El nuevo hospital de Tarragona será menor que el de Reus y prevé abrir en 2021

El consejero de Salud, Toni Comín ha presentado por segunda vez en medio año el proyecto para remodelar el Hospital Joan XXIII de Tarragona, el principal centro sanitario de la provincia y que, según palabras del propio Comín, sufre carencias funcionales "complejas" hasta el punto que no ofrece "las garantías de calidad exigibles". Tras visitar la nueva UCI pediátrica, un equipamiento que se desmanteló en 2001 y que ha sido reclamado insistentemente, Comín ha hecho una comparecencia para certificar que el paquete de 48,5 millones de euros que debe permitir desarrollar la primera fase de las obras del nuevo hospital ya está "blindado".

El consejero ha puesto de relieve que el concurso de ideas para el nuevo complejo sanitario se pondrá en marcha próximamente y que la previsión es que las obras se desarrollen entre 2018 y 2021. Se trata de una primera fase de la remodelación total que afectará al hospital. Se levantará un edificio de 40.000 metros cuadrados en los terrenos posteriores al actual Joan XXIII. Allí hay ahora un parquín y el helipuerto. El consejero celebra que se trate de un solar propiedad del Instituto Catalán de la Salud (ICS), un detalle poco común en la infraestructura sanitaria catalana ya que la mayoría de hospitales se asientan sobre terrenos que son titularidad de la Tesorera General de la Seguridad Social.

Todo el proceso de construcción y reordenación del Joan XXIII no se podrá dar por completado hasta que no se desarrollen las tres fases que hay proyectadas, pero la primera gran actuación, ha dicho Comín, deberá estar lista en 2021.

El consejero no se atreve a poner fecha ni cifras, solo ha concedido que son más de 100 millones de euros, para tener listas las tres fases del nuevo hospital pero sí ha concedido que será un equipamiento de 80.000 metros cuadrados. El Hospital Sant Joan de Reus suma 92.000 metros cuadrados y, en este sentido, Comín ha dejado una puerta abierta a que Reus pueda seguir asumiendo la coordinación de determinados servicios sanitarios. Esto será en detrimento de Tarragona, un asunto que en el pasado le ha costado al consejero duras críticas de parte del gobierno de Tarragona y que ha dado lugar a un cruce de agrias declaraciones entre Comín y Josep Félix Ballesteros. De hecho, el alcalde ha reclamado que la centralidad del Joan XXIII no sea solo para Tarragona sino que se erija en un hospital de referencia para las comarcas de Lleida y para el Garraf.