Guns N’Roses, penúltimo concierto en el Calderón

Es posible que ya no sean tan brutales como cuando empezaron, allá por los ochenta –aunque su esplendor lo alcanzaran en los noventa-, o que su cantante, el histriónico Axl Rose haya ganado kilos y perdido movilidad, pero lo cier­to es que los norteamericanos Guns N’Roses siguen despertando pasiones. Tras actuar hace unos días en Bilbao, el domingo les toca en el Estadio de la ori­lla de Manzanares, lo que sonará también casi a despedida nostálgica, no en va­no ese recinto ha acogido a lo largo de su historia actuaciones tan destaca­das, entre otras muchas, como las de Los Rolling Stones, Bruce Springsteen, Madonna, Michael Jackson, AC/DC, Prince, David Bowie, Pink Floyd, Paul McCartney, U2 o Lou Reed, que se dice pronto.

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No hace tanto, la actuación ahí de Guns N’Roses se antojaba imposible, pues parecía que la banda se había di­suelto. Sin embargo Axl ha conseguido reunir de nuevo a su mítico guitarrista Slash y al bajista original, Duff McKagan, y así llegan al Calderón, que echará su cierre definitivo en tres semanas con Alejandro Sanz.

Siendo la suya la actuación más grande, al menos por espacio, no conviene desoír que el rock de trazo grueso tiene más presencia este finde. Esta misma noche, otra importante banda norteamericana de rock fuerte y potente, Slayer, hará retumbar las paredes de La Riviera, también a la orilla del Manzanares. O que mañana en Móstoles se celebra el Móxtoles Rock Fest con el enésimo regreso de otra banda mítica española pionera del rock urbano mezclado con el punk, los barceloneses La Banda Trapera del Río, toda una leyenda. Les acompañan Gatillazo, como cabeza de cartel.

Trallazos guitarreros que emparientan el rock con el blues son la seña de identidad del madrileño Jorge Salán, que esta noche se encierra en el Changó para grabar un disco y DVD en directo que repase su más de una década de carrera. Los murcianos M-Clan también parten del rock setentero, pero con una visión más pop. Mañana actúan en las Fiestas de Aluche, por donde pasa hoy el ská y el reggae de Desakato y el domingo el flamenco, o una aproximación al flamenco, a cargo del valiente trío femenino Las Migas.

Ese lado femenino, sutil, dulce y elegante, se manifiesta estos días de varias y diversas maneras. Hoy dos propuestas bien distintas. Russian Red, el proyecto de la madrileña Lourdes Hernández, lleva su voz susurro al Bellas Artes para presentar su nuevo disco, Karaoke, donde hace versiones de canciones ajenas que significaron algo en su vida. Versiones es el terreno en que también se mueven The Bill Killers, la banda liderada por la cantante Emilia Krull, que esta noche en Clamores se centra en las canciones más conocidas y determinantes de las bandas sonoras de las películas de Quentin Tarantino. Y versiones, pero de clásicos italianos como Gigliola Cinquetti, Celentano, Modugno o Franco Battiato, es lo que hará la cantante Vega mañana en una sesión más de los conciertos matinales de El País.

Desde Nashville llegan la norteamericana Nikki Lane, la nueva reina de la country music, y la australiana Ruby Boots. Mañana en El Sol ambas mostrarán esa nueva cara de la americana. El soul sesentero de Freedonia suena dos noches en Joy. Y Lichis lleva el domingo por la mañana las nuevas canciones de su reciente disco Mariposas, al teatro de La Latina.