El diseñador Andrés Alfaro descubre su colección de muebles y objetos modernistas
La exposición muestra la influencia del estilo en los fabricantes valencianos de muebles
"Creo que toda la vida, desde muy pequeño, he sentido una vocación por el coleccionismo, ya fuera una colección de mariposas o de piedras encontradas en la playa” revela Andrés Alfaro Hofmann (Valencia, 1957) entre sus primeros recuerdos. Desde los años ochenta ha ido reuniendo una colección de diseño industrial, cerca de cinco mil objetos, que hoy en día figura entre las más importantes de Europa. En todo este tiempo una serie de exposiciones temporales han mostrado parte de sus fondos, que se encuentran depositados en su estudio de Godella, dentro de una política de divulgación y conocimiento de la cultura del objeto cotidiano.
Desde esos primeros electrodomésticos asociados a la modernidad eléctrica todavía de formas decimonónicas hasta la gran explosión del diseño con acento styling de la Norteamérica de la postguerra, pasando por ese gran periodo de transformación y vanguardia que significan los años veinte y treinta con escuelas como la Bauhaus que la llegada del Nazismo truncará provocando la diáspora de sus promotores. “Todos estos electrodomésticos que forman la colección nos dicen mucho de como hemos vivido, como nos hemos organizado socialmente” señala Alfaro Hofmann. “En España, a partir de finales de los años cincuenta, la aparición de los electrodomésticos, sobre todo en el espacio de la cocina, supone la entrada del diseño a escala popular”.
Dentro de esta acción de divulgación presenta la exposición El Modernismo en la Colección Alfaro Hofmann que muestra por primera vez los fondos de la colección de este estilo que triunfó a uno y otro lado del Atlántico entre finales del siglo XIX y principios del XX. “Fue el último gran estilo o movimiento de carácter internacional” señala Alfaro Hofmann sobre la proyección del Modernismo. La exposición incluye una selección de piezas que ilustran la propia evolución del estilo, conocido generalmente como Art Nouveau, que adoptó con entusiasmo la burguesía decimonónica; desde unas primeras formas señaladas por una gran exuberancia y ornamentación floral hasta las líneas más depuradas de la Sezession, el nombre que recibe la corriente en Austria. “Junto a las piezas adquiridas, hay otras piezas que para mí guardan un componente emotivo ya que han formado parte de mi paisaje familiar” comenta Alfaro Hofmann a propósito de un estilizado mueble perchero de 1900 donde sobresalen unos brazos vegetales como referencia estilística.
Entre los objetos singulares que se pueden ver en la exposición destacan las sillas que el arquitecto Demetrio Ribes escogió para el restaurante y la cantina de la Estación del Norte construida en 1917. “Una de las cosas, para mí gusto más destacables de la exposición, es poder comprobar la receptividad que se produjo en el sector del mueble valenciano de todas esas corrientes estéticas que están triunfando en Europa”.
“En esos años están trabajando fabricantes valencianos como Luis Suay, Ventura Feliu, Joaquín Lledó que supieron reproducir en sus muebles, como se puede ver en los catálogos de la época, los modelos que diseñadores como los austriacos Josef Hoffmann y Otto Wagner o el alemán Peter Behrens estaban introduciendo en el ámbito doméstico, todo ello enmarcado en ese gran momento histórico y social que supone el tránsito de la producción de carácter artesanal a la industrial”. La exposición se completa con un gran número de objetos, lámparas, piezas de menaje, cerámicas, que ponen de relieve la gran recepción que tuvo en Modernismo en todos los espacios de la vida cotidiana.
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