Artista emergente pasados los 50
La artista Gloria Estefanell expone en Madrid ‘13 obras para 13 días’
Gloria Estefanell (Barcelona, 1960) pintaba de pequeña. “Pintaba muchísimo, pero las monjas me castigaban”, recuerda la artista catalana. Su padre llegó a un acuerdo con la dirección del colegio en el que estudiaba: mientras Estefanell aprobara, debían dejarla pintar. “Después quise estudiar Bellas Artes, pero —curiosidades de la vida y del momento político que vivíamos, en plena descomposición de la dictadura franquista— mi familia me recomendó que me dedicara a otra cosa. Entonces me prometí a mí misma que cuando pudiese, volvería a la pintura”, cuenta. Ese momento ha llegado. Estefanell, que lleva tiempo pintando, exhibe 13 obras para 13 días en la galería Materna y Herencia (calle de Ruiz de Alarcón, 27; hasta el 4 de junio).
No es la primera vez que esta artista expone en la capital: ya lo hizo en la misma galería (y vendió el 80% de la obra expuesta) así como en hoteles y otros espacios. “Me gusta exponer en lugares en los que mis obras están en contacto directo con el público”, cuenta la artista emergente. “¿Emergente pasados los 50?”, bromea.
En sus trabajos el deporte y el mar son recurrentes. Estefanell ha dedicado gran parte de su vida laboral a la competición deportiva: ejerció de vicepresidenta de la Federación Española de Deportes de Hielo justo en la época en la que despuntaba el campeón del mundo de patinaje Javier Fernández. “Soy muy deportista y eso también lo incluyo en mis obras”, añade la artista que tiene un estudio en Madrid y un atelier en Formentera. De su Barcelona natal y de sus vivencias en la isla pitiusa le viene la pasión por el mar
Aunque la autora reconoce a David Hockney como una inspiración, los pequeños personajes que pueblan sus óleos —bañistas desperdigados en amplios arenales, pequeños esquiadores de colores descendiendo montañas— recuerdan a los trabajos de Juan Genovés. “La inquietud por la pintura me viene de dentro”, dice Estefanell. “Una vez un amigo me dijo que pintar te hace más libre y más grande por dentro. Creo que es verdad”, añade la artista que nunca pensó en que sus obras pudieran tener tanto éxito. “No necesito tanto vender como saber que a la gente le gustan mis trabajos”.
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