El estudio de Colau dice que el tranvía no afectará a bus ni coches

El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau se (re)arma de argumentos a favor de la unión del tranvía por la Diagonal. El responsable de estrategia del proyecto, Pere Macias, ha presentado este lunes un nuevo estudio de movilidad que analiza 24 cruces y concluye que no habrá más congestión de tráfico y que los autobuses incluso circularán mejor. La excepción es la calle de Aragó, donde el tiempo de espera en el cruce con Diagonal se alargará. Este informe llega tras el del RACC, que vaticinaba más congestión y contaminación; y el encargado por el PDeCAT, que era una enmienda a la totalidad al proyecto.

Macias también ha asegurado que en el capítulo técnico “los plazos se están cumpliendo”: el estudio informativo estará listo el mes que viene y el proyecto ejecutivo, en otoño. Pero este es el capítulo que él controla. A nivel político, la falta de consenso sigue siendo un grave problema para el equipo de Colau para cumplir con una de sus grandes promesas electorales. De hecho, está pendiente de crearse la comisión que forzó la oposición.

El estudio lo firma Sergi Saurí, director del centro Cenit (de Innovación del Transporte) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). El informe es fruto de una simulación de qué ocurriría en 24 cruces si se optimizara la frecuencia semafórica para dar buena velocidad al tranvía sin perjudicar al resto del tráfico. La simulación se ha hecho en un escenario (como del resto de estudios publicados) con 12.500 coches diarios circulando menos que los actuales, entre las 8 y las 9 horas de la mañana (la peor de tráfico) y con tranvías de 32 metros pasando cada cuatro minutos. Y contempla que el tranvía tenga seis paradas, cada dos o tres calles. Estarían en Lepant, Sicilia, Bailen, paseo de Gràcia, Balmes y Muntaner.

El resultado es que el tranvía circularía a 17,6 kilómetros por hora (muy parecida a los dos tramos existentes) y que el tiempo de recorrido entre las plazas de Glòries y Francesc Macià será de 15 minutos, la mitad de lo que se tarda ahora combinando otros transportes públicos. Sobre el resto de transportes, el 81% de las 16 líneas de autobús que cruzan la Diagonal mejorarían su velocidad (pasan de esperar 46 segundos a 38). Los buses compartirán espacio con el tranvía entre paseo de Gràcia y Via Augusta. En el caso del coche privado, en el 67% de las calles analizadas el vehículo mejora el tiempo de espera (de 44 a 35 segundos).

La excepción es la calle de Aragó, una arteria de alta capacidad donde, al encontrarse con Diagonal, la espera se alargaría de 41 segundos a 61. Para no empeorar esta espera, se eliminará el giro desde la calle de Marina hacia Diagonal. Los autores del estudio aseguran que esta congestión no creará efecto dominó.

En el caso de las bicicletas y los peatones, el informe concluye que las primeras se benefician de la ola verde semafórica y que pueden ganar hasta cinco minutos respecto a lo que tardan ahora. En el caso de los peatones, podrán cruzar la Diagonal a una velocidad de menos de un metro por segundo, lo que se considera adecuado porque tendrán más tiempo.

“Con estos estudios en ningún caso se puede hablar de efecto barrera del tranvía. Pasa a una velocidad comercial apreciable y sin afectar, o afectando positivamente al resto de medios de transporte”, ha celebrado Macias.