Detenida la actual pareja del guardia urbano que fue hallado quemado
Los Mossos han arrestado también a otro agente de la Policía Local de Barcelona
Los Mossos d’Esquadra detuvieron este sábado a dos guardias urbanos implicados en la muerte de otro agente de la policía local de Barcelona, Pedro R. Se trata de su pareja, de 33 años, Rosa P., y de un hombre, de 36. Los dos arrestados trabajaban juntos en la misma unidad de la policía. Los Mossos no han facilitado ningún detalle de cuál podría ser el móvil del crimen, alegando que el caso está bajo secreto de sumario. Fuentes policiales sostienen que los detenidos, que habían sido pareja en el pasado, mantenían de nuevo una relación sentimental.
La policía encontró el cadáver de Pedro R. el jueves, 4 de mayo, en una pista forestal, cerca del pantano de Foix. El cuerpo estaba completamente calcinado, dentro del maletero de su coche, lo que complicó mucho las tareas de identificación. Con el número de bastidor, descubrieron que el propietario del vehículo era un agente de la Guardia Urbana. Luego, los restos de unas prótesis que no se habían fundido por completo con el fuego sirvieron para acabar de confirmar que la víctima era el policía.
Desde un primer momento el caso tomó dimensión. Todos los protagonistas eran policías, y además conocidos. La víctima había sido suspendida por el Ayuntamiento de Barcelona, acusada de agredir a un motorista en la carretera de la Rabassada después de que este se saltase un control de tráfico. Pasó el verano del año pasado y el consistorio le expedientó a él y a un compañero. Finalmente, el motorista renunció a seguir con el caso en la vía judicial.
Además, la que era su pareja, ahora arrestada, había salido en los medios pocas semanas antes de la muerte. Denunció que hacía años había sido víctima de una venganza por parte de un anterior novio, también guardia urbano, que había difundido una foto suya de carácter sexual después de que ella le dejase.
Con todos esos ingredientes, la policía catalana ya decidió interrogar a la mujer justo después de que apareciese el cadáver. Ella explicó que hacía dos días que había discutido con su pareja, y que este se había marchado. En un primer momento, se mantenían abierta todas las hipótesis. Incluso la posibilidad rocambolesca de que el agente se hubiese suicidado.
Paralelamente, mientras se aclaraba lo sucedido, la mujer acudió atemorizada a sus superiores en la Guardia Urbana y pidió una escolta, según fuentes policiales. Alegó que tenía miedo de que algún grupo mafioso pudiese ir a por ella. Sus superiores le concedieron la petición y le pusieron un escolta del propio cuerpo de la policía local, según otras fuentes policiales. Su actual foto de perfil de Facebook es de ella con la víctima.
La agente llevó a juicio a su ex por una foto ‘porno’
La agente de la Guardia Urbana detenida ayer por el asesinato de su novio había denunciado anteriormente a una expareja por difundir una fotografía suya de contenido sexual. El juicio contra el subinspector debía celebrarse el pasado abril. La Fiscalía y la mujer —que ejerce la acusación particular— pedían tres años de cárcel para el mando por los delitos de descubrimiento y revelación de secretos y contra la intimidad. La vista se aplazó inicialmente hasta mayo, pero el crimen del guardia urbano que apareció calcinado en su coche obligó a postergarla, esta vez, hasta octubre, informó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Los hechos ocurrieron, presuntamente, en 2008. La agente ahora detenida tenía 23 años y había decidido poner fin a la relación con el subinspector, que entonces era solo cabo. El mando policial, según la acusación, usurpó el correo electrónico de su exnovia y envió a todos los contactos de ella una fotografía en la que aparece practicándole una felación a él. El correo, además, emplazaba a todos los receptores a contactar con ella para tener relaciones sexuales. El Ayuntamiento de Barcelona cambió de destino al mando y le retiró el arma durante dos años.
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