Los arquitectos de RCR harán el pabellón de Venecia de 2018
Santi Vila desvela el encargo, por vez primera sin concurso ni jurado, al estudio premiado con el Pritzker durante la apertura de la Bienal
El estudio RCR Arquitectes, ganadores del Premio Pritzker, el Nobel del sector, será el que se encargará de la propuesta y el diseño del Pabellón de Cataluña en la próxima Bienal de Arquitectura de Venecia. Así lo anunció ayer el consejero de Cultura, Santi Vila, desde la misma ciudad italiana durante la inauguración de la Bienal de Arte de este año. Por primera vez el encargo es otorgado sin concurso previo y jurado independiente. “Es una decisión excepcional, consensuada con el sector y vale como reconocimiento institucional cuatro días antes que RCR reciba en Tokio el premio más prestigioso en el campo de la arquitectura”, indicó el consejero.
Se curó Vila en salud ante posibles críticas explicando que el Institut Ramon Llull (IRL) ha contactado con colegios, escuelas y asociaciones del sector antes de designar el estudio de Olot. Los arquitectos han aceptado y serán necesarios unos meses para que puedan formular su propuesta. “Será heterodoxa y libre, como las que les han caracterizado hasta ahora. Tiene sentido que un despacho con reconocimiento planetario muestre la arquitectura catalana”, concluyó.
El responsable de Cultura de Generalitat hizo esas declaraciones tras haberse descargado ya la app con la que buscar los mensajes de Blind Wiki por Venecia, el proyecto de Antoni Abad (Lleida, 1956), comisariado por Roc Parés y Mery Cuesta, que representa a Cataluña en su quinta presencia en la Bienal.“He nacido sin ojos. No sé cuándo me he dado cuenta de que era distinta, ha sido gradual o quizás lo he sabido siempre, pero no ha sido un trauma”. Lo explica Giulia Oblach, 22 años, licenciada en idiomas, una de las dos guías ciegas que se encargan de las visitas guiadas en barco que ofrece el Pabellón de Cataluña. Ha llegado desde la región de Friuli para participar en Blind Wiki. Unveiling Venice. “Audaz, generoso y empático” fueron los adjetivos de Vila al montaje, mientras Manel Forcano, director del IRL, resaltó: “Este año el pabellón es toda la ciudad, no una obra autorreferencial sino una experiencia para vivir”.
El antiguo almacén de barcos, sede veneciana de Cataluña, se ha convertido en un campo base donde, amén de encontrar a los invidentes que han participado y tener ahí la salida del tour en barco, es posible ver un vídeo explicativo y descargarse la app que permite escuchar a través del teléfono la Venezia che non si vede.
“En Venecia todo el mundo se pierde, también los que pueden ver. Creo que hay que aprender a perderse en su magia y luego reencontrarse con la ciudad y uno mismo”, dice Oblach. Su interpretación del recorrido es más sensorial y emotiva, mientras que Anna Ammirati, la otra guía, propone una visión más histórica. Ammirati es una verdadera arsenalotta, nombre de los militares y trabajadores que vivían en el Arsenal, hoy una de las sedes de la Bienal. “La ciudad empezó su cambio irreversible cuando se cerró el Arsenal. Hasta entonces los olores y los ruidos cambiaban según la estación y te servían de guía. Ya no se huele el pescado frito, el pan salido del horno y las pieles del zapatero, ni se oyen los gritos de los niños o las chácharas de las mujeres bordando en su puerta y de los hombres al salir del trabajo”, explica, tan sensible que al pasar bajo un puente se da cuenta porque nota el ligerísimo cambio de temperatura. De pequeña, su tío le explicaba la ciudad y la llevaba a tocarla para que ella ahora sepa explicarla. También hay gente que hace el tourcon antifaz para que la experiencia sea aun más radical.
Un cómic por catálogo
Como Oblach y Ammirati, unos 60 participantes han colaborado desde enero para crear una cartografía sonora y sensorial geolocalizada de Venecia, volcándola en la app de Blind Wiki. “Lo genial de este proyecto es que es para todos, no solo para ciegos y que Abad nos ha dejado completa libertad para expresar lo que sentimos y queremos comunicar”, afirma Oblach."Desde hace más de 15 años Abad, en contra de la tendencia general, reivindica Internet como un espacio público digital para la comunicación y la interacción social”, subraya Parés, comisario del proyecto con Cuesta, docente de comunicación visual en Elisava, que ha hecho el cómic que sustituye al catálogo. “Hacer un cómic táctil ha sido el gran reto de mi carrera. Tuvimos que reinventar el lenguaje del cómic, trasladándolo al plano táctil sin perder lo visual”, explica Max, Premio Nacional de Cómic 2007, que hizo un taller previo con personas con grados de visión diferentes. Para la historia, se inspiró en una salida en barco con Oblach.
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