La viuda de López de Lacalle lamenta el daño causado por ETA a “tanta gente”

Mari Paz Artolazabal, viuda del intelectual socialista José Luis López de Lacalle, ha afirmado que ETA "tiene que pedir perdón a este pueblo, a la gente a la que tanto daño ha hecho". Artolazabal ha realizado estas afirmaciones en el homenaje que el PSE-EE de Andoain ha rendido este domingo en la localidad guipuzcoana a López de Lacalle, asesinado por ETA en el año 2000.

Artolazabal, acompañada por su hija Aitziber y otros familiares, se ha dirigido a los presentes para agradecerles su "empatía" y presencia en este acto, al que han acudido, entre otros, el secretario general del PSE-EE de Gipuzkoa y consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola; la viuda de Juan Mari Jauregi, Maixabel Lasa; cargos socialistas guipuzcoanos y exediles del PNV en Andoain.

"Yo no quiero que me pida perdón nadie, pero creo que ETA tiene que pedir perdón a este pueblo, a la gente a la que tanto daño ha hecho", ha dicho la viuda ante el monolito erigido en memoria de su esposo, en el que se ha colocado un ramo de flores. Visiblemente emocionada, ha lamentado que sus nietas, una recién nacida, no vayan a conocer a su abuelo: "Le va a conocer como Irene, a la que le pregunto ¿dónde está el aitona José Luis?, y mira la fotografía. Pero el aitona está en el cielo. Creo que desde el cielo le conocerá porque en la tierra no va a poder ser".

Después ha tomado la palabra la portavoz del PSE en el Consistorio de Andoain, Maider Lainez, quien ha recordado que López de Lacalle fue asesinado por ETA "por defender sus ideas, por pensar libremente, por expresarlo así, por ser un librepensador". Tras señalar que hace prácticamente un mes "entregaron algunas armas", ha afirmado que la sociedad vasca y española no debe "nada a ETA". "Es ETA la que nos debe mucho a nosotros, y a las más de 800 personas que asesinaron y a sus familias. A ellos se lo deben todo".

José Luis López de Lacalle, socialista, miembro del Foro de Ermua e histórico luchador contra el franquismo, fue asesinado a los 62 años el 7 de mayo de hace 17 años junto al portal de su casa de Andoain. Colaborador habitual de distintos medios de comunicación, en el momento de su asesinato, era columnista en el diario El Mundo. Su muerte dio lugar, el 12 de mayo, a un manifiesto titulado No nos callarán, suscrito por los directores de los principales periódicos en que se condenaba el asesinato y toda la violencia de ETA en general.