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La demanda de escuela pública en Barcelona se mantiene al alza

Los datos provisionales de la preinscrición escolar muestran que se duplican los niños que alegan padecer enfermedades digestivas crónicas, un elemento que da más puntos en el acceso a un centro

Jessica Mouzo
Alumnos en una clase de un colegio de Barcelona
Alumnos en una clase de un colegio de BarcelonaMassimiliano Minocri

La demanda de la escuela pública en Barcelona se mantiene al alza. Según los primeros resultados provisionales de los datos de preinscrición, la preferencia que se cristalizó el año pasado por los colegios públicos —la demanda creció un 1,4%— continúa y las peticiones para entrar en un centro público acortan distancia con la escuela concertada. El 49,7% fueron demandas de colegios públicos y el 50,3%, de concertados.

El Consorcio de Educación de Barcelona (CEB) reveló este miércoles que, aunque la evolución del padrón auguraba una reducción de 56 alumnos en el primer curso de primaria (P3) con respecto al curso anterior, al final la demanda fue mayor: se produjo un incremento de 259 solicitudes con respecto al año pasado. Con todo, la demanda se ha equilibrado. "Se observa un equilibro de las demandas dentro de una misma zona, pese a que hay 13 centros que tienen una demanda muy alta en la primera opción [el curso pasado eran 18]", señala el CEB. Las familias han priorizado también su interés por los centros con programas de innovación pedagógica.

En el análisis de los baremos que otorgan puntos para acceder a los centros (proximidad, hermandad, renta, discapacidad, familias numerosas, enfermedades digestivas o antiguos alumnos), los primeros análisis del CEB destacan un incremento de las familias que alegan disponer de la renta mínima y de las que dicen tener un hijo con dolencias digestivas. De hecho, el número de niños que viven en un hogar con renta mínima se ha triplicado (este año es del 2,7%) y las familias con menores con enfermedades digestivas (como la celiaquía), se han duplicado —ahora son el 3,4%—.

Precisamente, el próximo curso será el último en el que las familias reciban puntos por dolencias como la celiaquía.  Para combatir la segregación escolar —según un informe del Síndic de Greuges, los colegios con más del 50% de alumnos extranjeros se han duplicado desde 2006—, el Departamento de Enseñanza y el defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, pactaron hace unos meses retirar la celiaquía y otras intolerancias alimentarias de los criterios de prioridad para elegir colegio.

Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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