_
_
_
_

La dimisión de Aguirre sacude los equilibrios de la oposición a Carmena

La salida de la 'lideresa' aleja a Ahora Madrid de su socio de investidura

Purificación Causapié (izquierda) y Begoña Villacís en el pleno del pasado miércoles.
Purificación Causapié (izquierda) y Begoña Villacís en el pleno del pasado miércoles.JAIME VILLANUEVA

La dimisión de Esperanza Aguirre ha propiciado el nombramiento de un nuevo portavoz del grupo municipal del PP. Un concejal más afín a Cristina Cifuentes, la presidenta regional del partido, es ahora quien dirige la formación. Su objetivo será pilotar una renovación interna, que algunos miembros del partido consideran que puede conllevar una relación más distendida con las otras fuerzas de oposición. Si bien oficialmente tanto PSOE como Ciudadanos critican al PP por los casos de corrupción, algunos concejales ya reconocen que la salida de Aguirre puede facilitar entendimientos en el futuro.

Aguirre se postuló por la alcaldía de Madrid con un currículum político que despertaba el recelo y simpatía a partes iguales entre sus defensores y detractores. La pugna con Manuela Carmena (Ahora Madrid) en 2015 fue muy polarizada. Ambas dirigentes reflejaban proyectos antagónicos, y la contienda acabó reduciéndose a una lucha a dos por el gobierno de la ciudad. Menos de dos años después, sin embargo, Aguirre ya ha salido de la política municipal, arrollada por el arresto de González y los escándalos de corrupción, y el grupo del PP está sometido a un proceso de reconversión que sigue la estela de la "nueva etapa" invocada por Cristina Cifuentes.

Oficialmente, PSOE y Ciudadanos mantienen su discurso crítico con la corrupción del PP después de la salida de Aguirre. "No es el caso Aguirre, sino el caso PP", repiten Purificación Causapié, líder del PSOE en el Ayuntamiento, y Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos. Sin embargo, entre los concejales de ambas formaciones empieza a arraigar la tesis de un PP distinto del de Aguirre.

"Cada voto con Aguirre era un sufrimiento", reconocen algunos miembros del PSOE, que admiten que, de cara al futuro, tratar con un PP renovado "facilitaría" la búsqueda de algún tipo de entente, aunque solo parcial y en determinadas políticas. Esto significa admitir que pueden existir geometrías políticas diferentes de las actuales.

Ahora Madrid no detiene la mayoría absoluta en el pleno y para gobernar necesita los votos de los socialistas. Pedro Sánchez, uno de los candidatos a dirigir el PSOE, fue quien, ya desempeñando el cargo de secretario general, dio el apoyo a varios alcaldes vinculados a Podemos. Pese a que nadie en el grupo socialista considera un error haber investido a Carmena, algunos ahora admiten que, en un contexto político sin Aguirre, para el PSOE sería "perjudicial" asumir el coste político de la "mala gestión" de su gobierno.

En Ciudadanos, la crítica a la alcaldesa siempre ha sido más explícita. Begoña Villacís, portavoz de la formación, afirmó en una entrevista a EL PAÍS unos días antes de la dimisión de Aguirre su "disposición a gobernar con el PSOE y el PP, pero no con Aguirre, porque no representa la regeneración". La portavoz habló de tangentópolis (el escándalo de corrupción que sacudió la política italiana en los noventa) dentro de las filas populares, pero admitió poder llegar a acuerdos para modificar los equilibrios de poderes en el Ayuntamiento. "Aquella entrevista fue premonitora", comentan desde la formación.

También en el PP ha empezado el debate sobre el efecto de la salida de Aguirre. "Siempre hay decisiones individuales que nadie controla, pero todos estamos viendo que los equilibrios pueden modificarse", revela un miembro de la formación. Otras fuentes asumen que con la salida de Aguirre el gobierno municipal ya no podrá escudarse en ser su cortafuegos. Y subrayan que el PSOE tendrá ahora más argumentos para desmarcarse de Ahora Madrid. Todos ya miran a las primarias socialistas de mayo como el próximo punto de inflexión para definir los equilibrios municipales.

El PSOE advierte sobre los recortes

El año pasado, el gobierno de Carmena incumplió casi todas las promesas del pacto de investidura con el PSOE. Este año, deberá recortar 238 millones de euros de las cuentas municipales por el incumplimiento del techo de gasto en 2016. Esto significará presumiblemente casi paralizar el esfuerzo inversor de la capital. El PSOE achaca esta retención a la "mala gestión" del gobierno (como la compra de un edificio por 104 millones a finales de diciembre para no asumir la baja ejecución presupuestaria). Pide un plan de ajustes que el ejecutivo tarda en presentar y advierte de que no permitirá recortes en políticas sociales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_