El pleno del Ayuntamiento condena el ‘Tramabús’ de Podemos por “incitación al odio”

El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este miércoles una moción de condena del autobús de Podemos (Tramabús) por "incitación al odio". Todos los grupos políticos en el hemiciclo (PSOE, PP, Ciudadanos), a excepción de la coalición de gobierno de Ahora Madrid, que orbita en torno a Podemos, coincidieron en calificar la iniciativa de ofensiva. PSOE y PP hablaron de "campaña lamentable" y denunciaron que atenta contra el honor de los políticos, empresarios y periodistas cuya imagen aparece en el vehículo. Pidieron a la alcaldesa que lo bloquease, pero ella votó en contra de la proposición.

Los 19 ediles de Ahora Madrid y la misma regidora, Manuela Carmena, no reprobaron el bus fletado por Podemos que señala una supuesta trama corrupta formada por políticos, empresarios y periodistas. "Este autobús no contraviene las ordenanzas municipales", afirmó el concejal de Seguridad, Javier Barbero, quien subrayó que, si bien solo algunas de las personas cuya imagen aparece en el vehículo han sido imputadas o condenadas por algún delito, otras —el edil no dio nombres— están sometidas a "un debate enorme sobre su ética política".

El autocar de Podemos va decorado con retratos de, entre otros, Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid; los expresidentes de Gobierno Felipe González y José María Aznar, o los periodistas Eduardo Inda y Juan Luis Cebrián. También están retratados el extesorero del PP Luis Bárcenas o el expresidente de la patronal CEOE Gerardo Díaz Ferrán. Ellos son, según la propaganda de la formación de Pablo Iglesias, los integrantes de una supuesta "trama" que alude a una red corrupta.

"La trama es una relación entre unos pocos privilegiados que parasitan nuestras instituciones", explicó Barbero. "La crítica que hace el Tramabús no es jurídica, sino cívica y política" de la corrupción, que "está encarnada por personas concretas", agregó.

Los concejales de PSOE, PP y Ciudadanos expresaron, en cambio, su rechazo a la iniciativa de Podemos. Según Percival Manglano, edil del PP y promotor de la moción, el partido de Iglesias ha creado un "tribunal popular" que se arroga "el poder de condenar a sus adversarios". El concejal reconoció la responsabilidad del PP en varios casos de corrupción, pero alertó sobre las denuncias y descalificaciones que carecen de pruebas e indicios. Exigió, en este sentido, "un posicionamiento claro" de la alcaldesa.

Los socialistas, socios de investidura de Carmena, también se sumaron a esta petición. "No se puede permitir el señalamiento, convertirse en juez y determinar que existe una trama", dijo Purificación Causapié, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento. "Pueden no estar de acuerdo con lo que hizo Felipe González, como la sanidad pública, las pensiones públicas, el desarrollo del Estado del Bienestar, la integración en la UE o el régimen del 78. Pero esto no le permite incorporar a un expresidente del Gobierno a una trama que se han inventado y unirlo a un delincuente como Bárcenas".

"Política baja"

Junto al PSOE y al PP, Ciudadanos votó a favor de la condena. Silvia Saavedra tiró de la metáfora para criticar a Podemos: "Imagínese un autobús con las fotos de Maduro, Lenin, Ramón Espinar, Arnaldo Otegui, Rita Maestre e Íñigo Errejón delante del Ayuntamiento. Nosotros nunca la haríamos". Saavedra consideró que la campaña de Podemos es expresión de una "política baja, copia del autobús de Hazte Oír".

En el pasado marzo, la asociación ultracatólica Hazte Oír fletó un autocar con un mensaje que, según el equipo municipal, instigaba al odio contra los transexuales. Además, la campaña incumplía, según el equipo de Carmena, la ordenanza municipal de publicidad exterior y, por ello, Barbero ordenó paralizar el vehículo. Y un juez prohibió que circulase por "atentar contra la dignidad del colectivo".

La normativa indica que solo serán legales los lemas publicitarios que no atenten contra la dignidad y el honor de las personas. En el caso del autobús de Podemos, Barbero sostiene que el mensaje no es publicitario, sino político, y que por lo tanto es legítimo. "Se trata de una cuestión de libertad de expresión", mantuvo el edil, recibiendo el aplauso de la regidora.