Santamaría formaliza el desbloqueo de los Juegos del Mediterráneo de Tarragona
La vicepresidenta del Gobierno asegura que solo con "unidad y cooperación" se alcanza el éxito
Una inyección de 10,5 millones de euros desatasca finalmente los Juegos del Mediterráneo que está previsto que se celebren en Tarragona. El Gobierno ha formalizado este martes el acuerdo con el Ayuntamiento y ha dado luz verde a la aportación de unos fondos que mantenían en vilo al comité organizador y que, de hecho, ya obligaron a aplazar la cita un año, una circunstancia insólita en la historia de las grandes competiciones deportivas.
Hasta tres ministros se han desplazado a Tarragona para oficializar el acuerdo con el Consistorio. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha acudido escoltada por Cristóbal Montoro e Iñigo Méndez de Vigo, responsables de Hacienda y Cultura y Deporte, respectivamente. Se trataba de escenificar el apoyo a un acontecimiento que, según la vicepresidenta, es "de excepcional interés para España".
Los 10,5 millones de euros comprometidos se suman a una anterior partida de 2,5 millones y a otros dos millones que abona Loterías del Estado como patrocinador. "El Gobierno cumple sus compromisos", ha manifestado Sáenz de Santamaría durante una comparecencia en la que no ha admitido preguntas. Lo cierto es que el auxilio financiero del Ejecutivo se ha hecho de rogar y llega a solo dos meses de la fecha inicialmente prevista para la ceremonia de apertura. Tarragona fue designada sede de los juegos en octubre de 2011 pero la falta de dinero, y el consecuente retraso en las instalaciones, forzó a la asamblea del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos, reunida el noviembre pasado en Argelia, a aplazar un año la celebración del evento. Nunca antes una cita deportiva de abasto internacional y con pretensiones de rigor, se esperan a 4.000 deportistas de 24 nacionalidades, había sufrido una demora parecida.
La vicepresidenta no ha hecho ninguna mención al retraso y tampoco el alcalde, Josep Félix Ballesteros, no ha empleado su turno de palabra para hacer autocrítica. Al contrario, Ballesteros ha puesto de relieve que el acuerdo de hoy es un momento que aparecerá "en mayúsculas" en su álbum de servicios prestados a la ciudad.
La vicepresidenta ha dedicado unas pinceladas a las tensiones políticas que sacuden las relaciones del Gobierno con la Generalitat y ha puesto a los Juegos como ejemplo de "unidad, cooperación, compromiso y diálogo". Sáenz de Santamaría ha abundado en que solo trabajando conjuntamente se alcanza a "servir a los ciudadanos" y se contribuye "al interés común".
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