El sol y las ventas anticipadas avalan hoy a Sant Jordi
Cabré, Aramburu y Trueba apuntan a estar entre los más solicitados
Una jornada de ayer de calentamiento en el que las ventas fueron ya “por encima de las del año pasado”, según libreros consultados, siguiendo la inercia de facturación del primer trimestre del año (un 4,11% superior a la de 2016), y la garantía de una jornada meteorológicamente radiante. Esos dos avales bastan al sector del libro en Cataluña para encarar con optimismo hoy la Diada de Sant Jordi y esperar alcanzar los 22 millones de euros de facturación (un 5% más que el año pasado), sin tan siquiera temer el futbolístico duelo entre el Real Madrid y el Barça, que acortará al menos en una hora la afluencia de gente, según los veteranos del oficio.
No tanto por el descuento del 10% que excepcionalmente ayer el sector permitió avanzar a la jornada de hoy como por la necesidad de adelantar la compra por no hacerla en la localidad de la segunda residencia o para poder comprar con calma evitando las aglomeraciones, el caso es que las ventas “están ya yendo por encima de las mismas fechas del año pasado”, constataban por ejemplo ayer por la tarde desde sus diversas tiendas los responsables de Laie.
La jornada, por la que tanto el gobierno catalán como el central han iniciado los trámites para que la Unesco la adopte como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad —como anunciaron el pasado viernes en un acto los vicepresidentes de ambos gabinetes y que ha comportado disensiones entre los editores catalanes—, tiene un aire claramente ciudadano y festivo (se regalarán casi seis millones de rosas, el 90% de las cuales rojas, a pesar de los también ya clásicos experimentos cromáticos), pero la faceta económica es, aunque se tamice, vital. En los casi 600 tenderetes de libros repartidos por toda Cataluña se venderán más libros en catalán que en castellano (53,4% frente al 45,5%), invirtiendo la tendencia comercial del resto del año. Ni que decir que para la edición en lengua catalana es capital para su supervivencia: se estima que el 15% de la facturación del libro en esa lengua se concentra en la diada, mientras que para el castellano es de un 5 a un 8%.
La autorización, por parte del Consistorio barcelonés, de jornada de apertura comercial, la afluencia de visitantes de fuera de la capital que compensen el éxodo clásico de fin de semana y la cada vez mayor presencia de turistas que acuden por la diada hace prever a las autoridades municipales que la aglomeración será similar a las de las últimas ediciones y que, según la Guardia Urbana, alcanzó el año pasado una punta de 1.200.000 personas en las calles del centro de la ciudad, especialmente del Eixample, que concentra el 70% de los tenderetes.
Ese lento pero inexorable crecimiento preocupa a Protección Civil, que ha requerido de los organizadores que esponjen los puntos de venta. Es por ello que, por un lado, se ha pedido mayor distancia entre ellos y, por otro, se han potenciado concentraciones de libreros y actividades en otros distritos de la ciudad (Gràcia, Poblenou, Les Corts…).
Medidas de seguridad
Sin que se haya hecho demasiado explícito, está también la sombra de los atentados terroristas islamistas que se han producido en Niza, Berlín o Londres. Ante ello, los Mossos d’Esquadra infiltrarán en lugares estratégicos más agentes de paisano y patrullas con armas largas, amén de la instalación de coches que actúen de barreras disuasorias ante posibles vehículos-kamikaze.
Ajenos a todo ello estarán los ciudadanos y los escritores, estos al menos unos 300, firmando sus ejemplares (y, desde hace unos años, soportando estoicamente las selfies de sus lectores). Entre los que se prevén sean los más solicitados (luego, entre los más vendidos), estarán los escritores Jaume Cabré, Fernando Aramburu y David Trueba, que estos días previos ya han despuntado. A ellos se añadirán clásicos más mediáticos como Pilar Rahola y Xavier Bosch, entre otros.
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