Autoalabanzas y cobras

Las sesiones parlamentarias de control al Govern tienen un momento reglamentariamente justificable, pero en la práctica, algo paradójico, el de las preguntas de los diputados de JuntsxSí, o sea, los correligionarios de los consejeros. Son preguntas que funcionan con el siguiente esquema:

—¿Conseller/a, no le parece a usted que este tema lo están llevando muy bien?

—Gracias por la pregunta, señor/a diputado/a: pues sí, lo estamos haciendo de perlas. Y si no hacemos más ya sabe de quién es la culpa.

Es comprensible, en cierto modo, que sea así, aunque algunos diputados saben plantearlo de manera elegante y otros provocan un poco más de sonrojo. En esta última sesión, la casualidad del orden del día ha provocado que las tres primeras preguntas procedieran del grupo mayoritario; a 5 minutos por pregunta, un cuarto de hora de autoalabanza (si yo fuera más barriobajero, y éste no fuera un periódico serio, utilizaría aquí la tópica frase de Harvey Keitel en Pulp Fiction. Si no saben a qué me refiero, googleen “Pulp Fiction + no empecemos a”. Por ejemplo, un diputado pregunta a la consejera de Gobernación, Meritxell Borràs, sobre la protección del derecho a la vivienda de las personas en riesgo de exclusión social, y habla de “un texto excepcional”, sin que quede claro en qué sentido de la palabra “excepcional” lo dice. Claro, la respuesta de Borràs no podía empezar de otro modo: “Tiene usted mucha razón, señor diputado”. A continuación, otro parlamentario se desvive en elogios a China a cuenta de un viaje oficial de negocios del consejero de Empresa, Jordi Baiget. Elogios por su empuje económico, su crecimiento, su capacidad de inversión…Lo de los derechos humanos, “ya tal” (¡ay si a Venezuela le diera por financiar el corredor mediterráneo!).

Aprovecho para contarles todo esto porque la última sesión de control al Govern fue algo hipotensa por lo que respecta al foco habitual de debate, ya saben: procés, corrupción, viceversa o el pack 2 en 1. Nada que ver con la anterior sesión, cuando los ánimos andaban tan caldeados que decidir si la mesa del Parlament estaba o no obligada a reunirse para revisar un asunto estuvo a punto de provocar una crisis que ríete tú del divorcio de David Bustamante y Paula Echevarría. Este miércoles no fue tan crispado, aunque sí apareció el tema, con Xavier García Albiol acusando a Carles Puigdemont de irresponsable y de favorecer indirectamente el escrache que hicieron los jóvenes de Arran al PPC, ese regalo con el que Albiol celebró su nombramiento como presidente del partido. Inés Arrimadas tampoco faltó a la cita pidiendo elecciones ya, y Anna Gabriel exigió al Govern que ponga ya fecha y defina la pregunta del referéndum. A esta exigencia de la CUP, Puigdemont respondió con algo parecido a una cobra, prometiendo insistir hasta el final y buscar acuerdos, pero sin concretar más datos. Curioso, porque apenas una hora antes Oriol Junqueras había hablado de dos meses como el plazo para que el Govern esté en condiciones de fijar la fecha. Pero, claro, lo dijo en RAC1, no en el hemiciclo. Quizá podrían haber consensuado la respuesta. O estos dos no se mandan suficientes whatsapp, o son como esas parejas de hermanos en las que cada uno busca su espacio y su perfil.

Manel Lucas es periodista.