Un brote de tuberculosis en el CIE obliga a hacer pruebas a 195 personas

Un brote de tuberculosis en el CIE de la Zona Franca ha obligado a aplicar los protocolos. Dos personas, un interno y un policía, han desarrollado la enfermedad, según fuentes sanitarias. Por el momento, faltan las pruebas moleculares que demuestren de manera definitiva que los dos contagios están relacionados.

Las 195 personas que han estado en contacto con el interno inicial que desarrolló la tuberculosis han sido sometidas a las pruebas. De estas, 125 han dado positivo en rastros de tuberculina. Eso no indica que estén enfermos, hace falta que las pruebas radiológicas lo confirmen. De estas, 18 han pasado ya por el CAP de Pere Camps y han dado negativo.

Según ha adelantado el periódico El Mundo la alarma saltó hace aproximadamente un mes, cuando un interno del CIE, de origen centroafricano y que estaba pendiente de ser expulsado de España, enfermó y tuvo que ser trasladado al hospital, donde se le diagnosticó tuberculina.

El director del CIE activó entonces el protocolo establecido y comunicó esta situación a las autoridades sanitarias, a los dos jueces que se encargan del control del centro, al fiscal de Extranjería y a los juzgados que habían ordenado el internamiento de los extranjeros en este recinto de la Zona Franca. El interno afectado por tuberculosis recibió el alta hospitalaria poco después y ya no regresó al CIE, porque quedó en manos de una ONG, según las fuentes.

Paralelamente, y como es preceptivo, los equipos sanitarios efectuaron un primer análisis médico a todas los que habían estado en contacto con el interno. De los 125 que dieron positivo en el primer análisis, es posible que se deba a que estén vacunados de tuberculosis o que hayan desarrollado la enfermedad contagiosa con anterioridad y ya estén curados.