Erizo furtivo en Guadarrama
Los agentes forestales localizan un erizo pigmeo, una especie invasora que será trasladada a un centro de recuperación de animales silvestres
Un pequeño animal deambulaba el jueves por una vía pecuaria de la Sierra de Guadarrama, al norte de la región. Alguien advirtió su presencia y los agentes forestales de la Comunidad de Madrid acudieron a la zona. Cuando lo atraparon descubrieron que se trataba de un erizo pigmeo o de vientre blanco, una especie invasora prohibida en España. No es un mamífero peligroso para el ser humano, pero sí es capaz de alterar el ecosistema al provocar el desplazamiento del erizo autóctono. El ejemplar se encuentra provisionalmente en la Unidad Funcional de la Fauna, en la sede de Madrid 112 y en los próximos días será trasladado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS).
En el CRAS será alimentado y cuidado por el personal del centro hasta que su dueño lo reclame, algo que las fuentes de la consejería de Medio Ambiente consideran “poco probable”, ya que el animal está catalogado como especie invasora y haberlo soltado podría suponer una sanción. Según las primeras hipótesis, todo parece indicar que el erizo llegó hasta el lugar donde fue encontrado porque alguien lo dejó allí. En la década de los noventa del pasado siglo, este mamífero gozó de una gran popularidad como animal de compañía. Llegó desde África (de donde es originario) y de ahí se propagó a diversas zonas de Europa, Asia y América Latina. No fue hasta su catalogación como especie en riesgo de extinción cuando la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) prohibió su exportación.
“Es posible que no se trate de un erizo pigmeo como tal, sino una mezcla entre el erizo africano y el moruno, que es lo que se comercializa”, sostiene Emilio Virgós. Para este profesor del departamento de Biología y Geología de la Universidad Rey Juan Carlos I, no está “absolutamente probado” que esta especie llegue a amenazar gravemente a la raza local. “Es complicado que se adapte al medio y sobreviva, sobre todo si ha vivido en cautividad. Admitiendo que lo haga, los erizos autóctonos se enfrentan a otros peligros más graves, como por ejemplo los coches”.
Potente colonizador
La Consejería de Medio Ambiente recomienda no liberar especies exóticas en el campo. Si una persona quiere desprenderse de ellas, aconsejan dejar el ejemplar en centros de acogida. De esta manera se evita un impacto ecológico como el que podría desencadenar el animal localizado en la Sierra del Guadarrama. Este mamífero de cuerpo ovalado mide entre 15 y 25 centímetros y pesa alrededor de medio kilo. Es de color marrón, aunque sus púas tienen un toque crema o blanco que, muchas veces, también se encuentra en su vientre. Constituye una amenaza grave para las especies autóctonas debido a su potencial colonizador. Rompe hábitats y ecosistemas, por lo que la especie fue incluida en el Catálogo Español de Especies exóticas invasoras, aprobado por un Real Decreto el 2 de agosto de 2013. En el mismo mes de 2015, la policía municipal ya encontró en un parque de Aluche, en la capital, otro ejemplar de este pequeño animal.
El erizo pigmeo, que según los técnicos puede mestizarse con el ejemplar autóctono, ovula cuando las condiciones climáticas son las correctas, por lo que pueden criar en cualquier época del año. Normalmente sucede en la época más lluviosa, cuando la comida es abundante. La gestación dura 35 días y cada camada suele estar formada por tres o cuatro crías, aunque pueden llegar hasta la decena. Se separan de la madre a las seis semanas, alcanzan su madurez sexual a los tres meses y pueden vivir hasta los ocho años.
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