Barcelona destina 46 millones a ayudas a la rehabilitación de viviendas

Fachadas, patologías estructurales, ascensores, reformas de cocinas o baños, medidas de eficiencia energética... El Ayuntamiento de Barcelona destinará este año 46,6 millones de euros a ayudas a la rehabilitación de viviendas. Una partida que de nuevo crece —aunque habitualmente no se agota— y que el consistorio defiende en una triple vertiente: mejora las condiciones del parque de viviendas de la ciudad, la vida de sus vecinos y permite generar actividad económica y empleo.

“Son las ayudas con la mirada más social y sostenible que se habrán puesto nunca a disposición de los ciudadanos”, defienden la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz; y el concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner. Como el año pasado, los criterios de concesión de ayudas introducen baremos sociales —costeando hasta el 100% de las obras para familias con rentas bajas— y subvenciones para reformar el interior de los pisos. Además, aumentan hasta los 20.000 euros las ayudas para rehabilitar pisos que están vacíos con el objetivo de incorporarlos a la bolsa pública de alquiler.

Las subvenciones se podrán solicitar a partir del próximo miércoles y tendrán una dotación inicial de 12 millones. En global, de los 46 millones, el consistorio aporta 26, la Generalitat, cinco, y el resto son fondos no gastados de otros años. En breve saldrán nuevas convocatorias de ayudas para edificios vulnerables y para los llamados ámbitos de regeneración urbana. En 2016 las ayudas beneficiaron a 12.337 familias de 760 edificios y supusieron una inversión privada de 72 millones y una aportación pública de 25,4 millones.

Como novedad de la convocatoria de este año, cualquier reforma que quiera llevar a cabo un propietario que reciba ayudas públicas tendrá que ir acompañada —aunque no fuera la intención inicial— de obras para mejorar el ahorro energético de las viviendas.

Las actuaciones energéticas en el interior de las viviendas tendrán ayudas de hasta el 60% del coste y tienen un tope de 60.000 euros. Y las que busquen mejorar el comportamiento energético de las fachadas tendrán una subvención del 50%, también con un tope de 60.000 euros. Las obras para resolver patologías estructurales o instalar ascensores cubren la mitad del coste de las intervenciones.