Mas activa su carrera para repetir como candidato a la Generalitat
El expresidente de la Generalitat intensifica sus actos para preparar su candidatura como presidenciable del PDECat
Artur Mas busca una segunda oportunidad al frente de la Generalitat de Cataluña. O, como mínimo, quiere tenerlo todo a punto para optar a ser candidato del Partit Demòcrata Català (la nueva Convergència) si el partido sigue sin encontrar sustituto para el actual president, Carles Puigdemont. Con este ánimo el líder del PDECat se ha lanzado a una campaña de largo recorrido dentro y fuera de Cataluña para mantener vivo su liderazgo. El juicio por la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014 amenaza con dejarle inhabilitado, pero también ha multiplicado su proyección, que está amenazada por los escándalos de financiación ilegal que persiguen a su partido y que ahora han llegado ante el juez en el caso del Palau de la Música.
Presidente de la Generalitat durante cinco años y forzado a dejar el puesto por la puerta trasera a instancias de sus socios anticapitalistas de la CUP, Artur Mas era visto por su propio partido como un político amortizado, circunstancia que siempre se ha negado a reconocer. Todo cambió hace apenas dos meses, cuando Puigdemont confirmó lo que ya había adelantado en su día: que no quiere repetir en el cargo bajo ningún concepto. Fue entonces cuando Mas abrió la puerta a volver, ante la incredulidad de muchos de los nuevos dirigentes de la refundada Convergència. “Nadie del partido se puede descartar. Y nadie es nadie”, dijo ante los suyos en enero.
El objetivo oficial de esta declaración era evitar que cunda la idea de que nadie quiere liderar en las urnas la nueva Convergència. La empresa no es fácil. El partido que más poder ha acumulado en democracia en Cataluña está hoy huérfano de discurso más allá de la cuestión soberanista, vive atenazado por los casos de corrupción y tiene a buena parte de sus dirigentes históricos cuestionados, ya sea por estos escándalos o por la consulta ilegal del 9 de noviembre de 2014. Por si fuera poco, ERC pugna por hacerse con la hegemonía nacionalista con un líder, Oriol Junqueras, que conecta con las clases medias que votaron a Jordi Pujol o al mismo Mas.
Desde enero Mas ha seguido a rajatabla su propia máxima y se ha lanzado a una carrera muy parecida a una campaña electoral interna. Es conferenciante habitual en actos organizados por las entidades independentistas, acude a cuantas entrevistas se le convoca y hasta actúa como “embajador del proceso soberanista” en nombre de la Generalitat en actos internacionales. El último ejemplo fue este miércoles, cuando actuó como conferenciante ante una sociedad de debates de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Su carrera solo puede quedar empañada por una condena de inhabilitación por la consulta del 9-N, aunque el previsible recurso ante el Tribunal Supremo le daría oxígeno para ser candidato.
En su intento para convencer de nuevo a la militancia del PDECat, partido que preside, Mas sigue una doble estrategia. Actúa como si toda la vida hubiera sido independentista, pero al mismo tiempo intenta mantener puertas abiertas al diálogo con las instituciones del Estado. En este contexto se inscribe su conferencia del 16 de febrero en la Universidad Autónoma de Madrid, en la que dejó la puerta abierta a buscar alternativas entre su independentismo y la posición del Gobierno. “Si hay algo en medio, lo tiene que proponer el Estado español”, dijo. “No digo el Gobierno, sino el Estado”, insistió para abrir el campo de juego.
Alternativas
Condicionadas siempre por el complicado camino del referéndum que prometen los independentistas para septiembre, las elecciones catalanas no se esperan antes de esta fecha. La duda en el PDECat es si el tiempo que queda será suficiente para encontrar nuevos liderazgos o para convencer a Puigdemont de que se presente, lo que ven altamente improbable. La alternativa lógica para los dirigentes consultados es la consejera de Presidencia, Neus Munté, que tampoco se descarta como candidata. Pero no le ven el carisma que hoy sigue teniendo Mas, especialmente a ojos de quienes se han convertido al secesionismo en los últimos cinco años.
El partido intenta como puede poner sordina al debate. Hablar de candidatos equivale en estos momentos a admitir que será imposible celebrar el referéndum. “Nosotros estamos aquí para convocar el referéndum, no para ir a elecciones”, dice la coordinadora del PDECat, Marta Pascal, cada vez que asoma el asunto. Mas, sin embargo, sigue en campaña. Mañana toca conferencia en la Universidad de Harvard.
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