Mur y Miró se ‘pasean’ por FAMA
La Feria de Arte Moderno y Antiguo ofrece obras del siglo XV al XX, entre 100 y 320.000 euros
Las ferias de arte son un lugar para comprar y vender, pero también puede ser el lugar idóneo para mostrar por primera vez piezas de hace seiscientos años que nunca se había visto hasta ahora. Es el caso de una obra gótica pintada por Ramon de Mur en el siglo XV que se puede adquirir, por 50.000 euros en el stand de Palau Antiguitats que dirige Albert Martí; uno de los 30 expositores que muestran sus piezas hasta el próximo domingo en la Feria de Arte Moderno y Antiguo (FAMA) de Barcelona. “Se conocen muy pocas obras de este pintor representante del gótico internacional que se conservan en el Museo de Vic y en el Diocesano de Tarragona, pero en Tàrrega, donde vivió y trabajó, ninguna”, explica Martí, convencido de que la obra la puede adquirir un particular ya que “los museos tienen pocos recursos”.
Martí, licenciado en Historia del Arte, forma parte, como muchos de los participantes de un negocio familiar. “Lo empezó mi madre Lola Palau y lo he continuado yo, porque es apasionante y muy divertido”, explica junto a un maniquí articulado francés, un Niño Jesús de plomo atribuido a Martínez Montañés, un grabado de Pablo Gargallo con su famosa bailarina o el primer retrato a lápiz que hizo Ramon Casas del empresario y mecenas Lluís Plandiura. “Todo lo que tengo está a la venta, pero hay cosas que te sabe mal desprenderte de ellas. Sobre todo lo que has comprado recientemente y no has asimilado”, explica Martí.
El paseo por los 2.000 metros cuadrados de la FAMA está repleto de autores dignos de figurar en un museo, como las enormes obras de Eliseu Meifrén, Joaquím Mir y Ramon Pitxot, sobre todo el espectacular y enorme Els Saltadors, de 1915, que pueden verse en Jordi Pascual (entre 100.000 y 200.000 euros); las cinco obras de Ramon Casas (entre ellas Manola con abanico rojo, de 1916 y 170.000 euros) que Gabriel Pinós ha incluido en el triple homenaje que ofrece su galería Gothsland: al pintor modernista, al puerto “por celebrarse aquí la feria”, con una visión nocturna de Meifrén y a los 25 años de los Juegos Olímpicos de 1992, con obras Trías, Mariscal, Saura y Clavé. La que si se podrá verse en un museo, en concreto en el MNAC a partir del 7 de abril, es Interior rojo, que el enigmático Pere Torné Esquius pintó en 1913. “Es una de sus pinturas más grandes, por eso el MNAC la quiere para su exposición”, explica Mercè Ros que participa por primera vez en FAMA. ¿Y si alguien la compra estos días? “Será con esa condición”, responde. Junto a esta preciosa obra, un Sant Antoni Abad de Pere Garcia de Benavarre, aunque para ella la más destacada es la enorme Processó a l’ermita de Sant Sebastià de Arcadi Mas i Fondevila, de 1917, perteneciente a un particular que lo pone a la venta por primera vez.
Con todo, la obra más cara no es la más grande, ni mucho menos. En la parada de David Cervelló pueden verse pinturas de Antoni Saura, Tàpies y Millares, además de una decena de obras de Joan Miró, entre ellas la pequeña Femme aux 3 cheveuz, de 27 por 19 centímetros, pintada en 1976. “Cuesta 320.000 euros, por lo raro que es que un óleo de Miró esté a la venta”, explica Cervelló mientras descuelga y le da la vuelta “además está firmada por detrás”.
“Queremos atraer a todos los públicos y superar la distancia que existe entre los ciudadanos y determinadas formas de arte y consolidar la feria como plataforma de arte que vincula anticuarios, galeristas y profesionales del sector”, explica la directora Macarena Masip que destaca la oferta expositiva que incluye mobiliario, pintura, escultura, joyería y cerámica, además de arqueología, monedas, arte africano, precolombino y oriental. Entre las piezas, o conjunto de piezas, más destacados, una lujosa vajilla completa de 1957, la que creó la firma Bernardaud para la reina Isabel de Inglaterra que vende la firma madrileña Vendôme. El año pasado, visitaron FAMA 7.000 personas, una cifra que se espera repetir o superar en esta edición.
Los muebles de Nuria Pla, invitados de lujo
Nuria Pla reunió 850 muebles de los siglos XVI al XIX, la mayoría excepcionales, como un rarísimo bargueño de 1609 de ébano y marfil napolitano. La Fundación Ramon Pla que instituyó como heredera gestiona su legado y en 2015 abrió parte de su casa, el Mas Ravellat, mostrando 80 de estas piezas. “Hemos traído a FAMA 12 muebles”, explica el presidente de la fundación Juan Ramón Ferrero, contento de conseguir cerca de 5.000 personas visitantes el primer año. “Abrimos una segunda sala y hemos comenzado a trabajar para recuperar nuevos espacios”. Mientras, el ayuntamiento ha realizado el proyecto ejecutivo para crear un parque de 3,5 hectáreas alrededor de la casa y en septiembre se licitará la obra. “Con suerte se abrirá en 2020”, dice Ferrero.
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