El pederasta de Ciudad Lineal, condenado a 70 años y 6 meses de prisión

Ortiz fue procesado por cuatro agresiones sexuales a menores, cuatro detenciones ilegales, por un homicidio en grado de tentativa y por lesiones graves. La Fiscalía había solicitado para él una condena de 77 años y seis meses de prisión, mientras que una de las dos acusaciones particulares la había elevado hasta los 126 años y los tres meses.

El pederasta estaba acusado de haber secuestrado a cuatro menores y de haberlas agredido sexualmente entre el 24 de septiembre de 2013 y el 22 de agosto de 2014 en los distritos de Ciudad Lineal y en Hortaleza. El ministerio fiscal solicitó indemnizaciones por valor de 426.300 euros, mientras que una acusación particular las elevó hasta los 690.000 euros.

El juicio en la Sección 7ª de la Audiencia Provincial se desarrolló del 18 de octubre al 15 de diciembre del año pasado, a lo largo de 24 sesiones. En las mismas, se escucharon las declaraciones de las cuatro niñas como prueba preconstituida, la de los policías que participaron en la investigación y en la posterior detención y las de los peritos y psicólogos. El acusado sólo rompió su silencio al final de la vista cuando la presidenta de la sala le concedió su derecho a la última palabra. "No tengo absolutamente nada que ver con esto, tan solo que soy inocente, señoría", concluyó tras su intervención de 17 minutos.

La primera agresión por la que fue acusado Antonio Ortiz se produjo el 24 de septiembre de 2013, cuando abordó a una niña de cinco años en un parque infantil, en la calle del Río Conejos (San Blas). La siguiente ocurrió el 10 de abril de 2014, cuando una niña de nueve años que estaba jugando con otras dos amigas salió de una tienda de chucherías en la calle de Cidamón, en Ciudad Lineal. El supuesto agresor la engañó prometiéndole que le regalaría ropa. Tras darle un narcótico (supuestamente Orfidal o algo similar), la llevo a su casa y la agredió sexualmente. Después la dejó en el metro de Canillejas.

La tercera agresión fue dos meses después cuando Ortiz acudió al número 22 de la calle de Luis Ruiz, en el barrio de Ascao. La hija de los tenderos, de seis años, fue raptada justo delante del establecimiento, mientras jugaba fuera. Tras agredirla sexualmente y obligarla ducharse la abandonó a las 23.30 en la calle del Jazmín, en la otra punta del distrito. La pequeña estuvo ingresada varios días en el hospital La Paz hasta que se recuperó.

La última agresión se produjo la tarde del 22 de agosto el pederasta de Ciudad Lineal actuó de nuevo, cuando cogió a una niña española de origen dominicano de siete años en la calle de Gomeznarro (Hortaleza) alrededor de 18.30. Justo al lado paró en una tienda y compró algunos productos. En esta ocasión rompió su modus operandi y no drogó a su víctima. La soltó a las 19.50 en un descampado de la calle de Mequinenza, en San Blas.

Ortiz fue detenido el 24 de septiembre de 2014 en casa de su tío en Santander por agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO). Los agentes de la llamada Operación Candy (golosina, en inglés) llevaban varios semanas detrás del mayor depredador sexual que había conocido la capital en las últimas décadas. De inmediato, fue trasladado a Madrid, donde las victimas le reconocieron en sede judicial sin ningún género de duda.