De Suárez a Mundó: la eterna promesa

A la Modelo, las palabras de los políticos le son ajenas. La cárcel las oye inalterable, firmemente asentada sobre 28.000 metros cuadrados del Eixample. Lleva años escuchando que la derriban, que esta vez sí, que desaparece. Promesas vacías que se remontan a la Transición y que nunca llegan a materializarse. Algunos, como Xavier Trias, llegaron a hincarle el diente. Pero fue solo un ensayo de derribo, un símbolo, una foto. Ahora, el consejero de Justicia, Carles Mundó, ha puesto fecha a la cacareada defunción: junio de 2017. Y aunque parece que no hay vuelta atrás, siguen siendo (por ahora) las mismas palabras que los políticos repiten desde hace cuatro décadas.

La intención de cerrar la Modelo la expresó, por primera vez, el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez en 1976, cuando llevaba 71 años en funcionamiento. Lo recordó ayer Mundó, el hombre que parece dispuesto a cazar por fin al tigre y a cumplir la eterna promesa que otros antes que él, de todos los colores políticos, hicieron en vano. “Esta decisión ha venido precedida de anuncios cargados de buenas intenciones que, por una razón u otra, no se han concretado”, resumió Mundó, feliz de atribuirse el (previsible) cierre de la Modelo y de recoger para su partido (Esquerra) los réditos de satisfacer una demanda histórica de los vecinos.

El tripartito de izquierdas (PSC, ERC e ICV gobernaron de 2003 a 2010) puso en marcha un ambicioso plan de construcción de prisiones. El proyecto incluía un centro de preventivos en la Zona Franca para sustituir a la hacinada Modelo, que acogía a 2.000 internos, el doble de los actuales. “Cada metro que ganemos aquí es un paso más en el irreversible proceso de desmantelamiento de la Modelo”, dijo, de forma algo barroca, el expresident José Montilla. Más prosaico, el exalcalde barcelonés Jordi Hereu proclamó: “Es el principio del fin de la Modelo. Hoy es un hecho histórico”.

Trias y Artur Mas (CiU) también exploraron la buena sintonía a ambos lados de la plaza de Sant Jaume para anunciar, en 2014, el cierre de la vieja prisión. “Esta vez va en serio”, dijo Mas, que muchos años antes (¡en 2001!), ya había puesto fecha a ese mismo acontecimiento como conseller en cap de Jordi Pujol. Un repaso a la hemeroteca, por cierto, deja esa misma sensación de eterna promesa. En 2003 se dijo que la futura Brians 2 permitiría clausurar la Modelo. En 2006 se publicó que el centro de Zona Franca estaría listo en dos años (luego se retrasó dos años más). Y en 2013 —aún con cuatro presos por celda— el consejero de Justicia Germà Gordó expresó su voluntad de iniciar el derribo en 2015.

El caso es que en marzo de ese año, Trias se dejó fotografiar mientras una máquina derribaba un trozo de pared del antiguo centro abierto de la Modelo. “La sensación es que esto no se acaba nunca. Pues se acaba”, dijo el alcalde. El tándem Mundó- Ada Colau renovó el acuerdo (octubre 2016), pero se mostró cauto a la hora de fijar fecha. Eran conscientes del desencanto de los vecinos. No se atrevieron a hacerlo ni hace un mes. Ayer, Mundó dio el paso. Y apeló, una vez más, a la épica: “Es una decisión histórica”.