La diferencia está en un voto
El equilibrio entre las facciones de Podemos cambió esta semana con la entrada de un diputado afín a Errejón tras la salida de una anticapitalista
Un diputado arriba, un diputado abajo marca la diferencia y modifica el frágil equilibrio que inclina la balanza hacia la zona errejonista o hacia la pablista más anticapitalista en la formación parlamentaria de Podemos de la Comunidad de Madrid, que está dividida en dos mitades casi exactas. El anuncio ayer de que Íñigo Errejón será el próximo candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid da un espaldarazo a sus afines en el Parlamento regional, que en estos momentos se encuentran desplazados de los cuadros de mando por las otras corrientes.
El grupo ya había experimentado esta semana un vuelco propiciado por la dimisión, debida a “motivos personales”, de la diputada anticapitalista, Cecilia Salazar, y la entrada del siguiente en la lista, el errejonista Alberto Oliver. Si antes la suma pablistas y anticapitalistas dominaba por 14 a 13 a los partidarios de Errejón, ahora el contador se ha dado la vuelta. Oliver tomó posesión de su puesto en el pleno del jueves pasado, trajeado y con corbata, un atuendo tan atípico entre las filas de su partido, que era el único de los 27 diputados vestido así.
Las consecuencias del desembarco en Madrid de Errejón, un peso pesado de Podemos, superan a su partido y pueden afectar a los resultados electorales de las próximas elecciones de 2019 del resto de formaciones políticas, sobre todo a los del PSOE. A pesar del peligro que se barrunta, José Cepeda, senador y parlamentario regional socialista no se muestra preocupado. El anuncio le ha causado sorpresa porque “¿dónde queda esa democracia interna en la que la última decisión partía de los círculos y de la asamblea?”, se pregunta. “Bienvenidos a la casta”, ironiza Cepeda.
En este sentido, el secretario general de Podemos Madrid, Ramón Espinar, afín a Pablo Iglesias y una de las personas que se podría haber postulado como candidato a la Comunidad de Madrid, recalcó ayer que hay que respetar los procedimientos y que serán los inscritos los que decidan en primarias.
A pesar de ello, parece tener pocas dudas de la valía de Errejón para el puesto. En declaraciones a la agencia EFE después de asistir a la reunión del Consejo Ciudadano Estatal, en el que se aprobó la nueva dirección, dejo entrever que él se apartaría para “dejar paso a otros compañeros cuando eso es lo mejor para el proyecto”. Aseguró al mismo tiempo que apoyaría a Errejón, lo que implica que él renunciaría a presentarse a las primarias del partido. “El mandato de Vistalegre es de unidad”, añadió. Y si el traslado de Errejón garantiza esa unión de todas las corrientes “es una buena opción y es un magnífico candidato para competir con Cifuentes en las elecciones de 2019”, puntualizó.
Cepeda insiste en las diferencias fundamentales que existen entre un proyecto político y otro. En su opinión, Podemos se está “quitando la careta” para dejar a la vista “el nuevo comunismo” que se está desarrollando en España, que “exilia a los críticos a posiciones que él (por Pablo Iglesias) entiende no molestan”. Lo de Errejón no deja de ser, en su opinión, un proceso de expulsión, “de darle una patada”. Advierte al número dos de Podemos de que le “están condenando a trabajos forzosos” porque Madrid es una plaza muy compleja donde hay que desbancar a una derecha que lleva 20 años gobernando.
El PSOE dice que continuará apostando por las personas más cualificadas, como ha sido en esta legislatura el independiente Ángel Gabilondo, para luchar contra un populismo que les llega desde Podemos, pero también desde las filas populares de Cristina Cifuentes. “El populismo lo inició Esperanza Aguirre, pero Cifuentes ya ha lanzado pinceladas”, asegura Cepeda.
La presidenta regional se mostró muy molesta ayer por la forma en la que ha llegado Errejón a Madrid, que implica, en su opinión, la utilización del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, como “una especie de destierro donde se manda al disidente”. Cifuentes ha comentado también que, por el contrario, para ella es un honor ser presidenta de los madrileños. Una opinión que comparte el diputado socialista: “Lo que demuestra Pablo Iglesias es que Madrid le importa muy poco”. El anuncio de la candidatura de Errejón está hecho, ahora hay que esperar a las próximas elecciones autonómicas, en mayo de 2019. Todavía faltan más de dos años, quizá el escenario cambie.
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