Una piscina municipal limita el acceso a discapacitados y parados
La empresa les exige comprar sus bonos para entrar en las instalaciones los domingos y festivos
Las personas discapacitadas, los parados, los jubliados y las familias numerosas que acuden habitualmente al polideportivo municipal Fabián Roncero, situado en el distrito de San Blas-Canillejas, se encontraron con una sorpresa el 2 de enero: la dirección del centro les informó de que su acceso a la piscina quedaba limitado a unas horas de lunes a viernes y de que si querían seguir entrando los domingos y los festivos tendían que comprar un bono. David Sotelo, presidente de Enjoy Wellness S. L., la empresa privada que gestiona el centro, afirma que han restringido la entrada por el volumen de gente que acudía: “No caben todos”, dice. El Ayuntamiento de Madrid recuerda que la concesión de las instalaciones caduca el 8 junio de 2018 y que, al igual que a otros polideportivos de gestión privada, intentará remunicipalizarlo.
Los polideportivos municipales, incluidos los de gestión privada como el Fabián Roncero, deben cumplir con el reglamento municipal que obliga a ofrecer descuentos del 70% a mayores y desempleados, del 100% a personas con discapacidad y del 50% o del 90% a las familias numerosas. Las restricciones a la entrada de los cuatro colectivos son las más llamativas dentro de una reorganización de horarios que la empresa Enjoy Wellness ha llevado a cabo en el centro. Los usuarios que quieren comprar una entrada también deben acudir antes de las 13.00 entre semana y a partir de las 15.00 los sábados. A todos ellos, la dirección de la piscina les ofrece la posibilidad de comprar un bono si quieren entrar fuera de ese horario.
“Es una privatización encubierta”, dice Tomás Antonio, de 58 años, que desde hacía varios años entraba libremente en la piscina con su carné de discapacidad. “No es que no quieran que entre más gente, es que quieren que la gente se haga socia; eso es lo que supone, a efectos prácticos, comprar un bono”. Para acceder a la piscina sin restricciones de horario ni de día, hay que comprar un bono de 10 sesiones (40 euros) o un abono mensual (35 euros, incluye gimnasio y piscina por libre con dos meses de permanencia o 47,45 euros sin restricción de permanencia).
La empresa defiende que la medida es legal
Manuel, de 46 años, asiste con su pase de minusvalía al polideportivo desde su apertura en 2007. Sin embargo, con el cambio de horarios y eliminación de los domingos y festivos, ha tenido que trasladarse al centro municipal de San Blas, que le queda más lejos de casa. "(Las personas con minusvalía) no les interesamos económicamente, y eso que he pagado mis impuestos para poder acudir a una piscina que me quede cerca", declara. A José Luis, de 78 años, casi no le afectan las nuevas reglas: "Procuro ir cuando menos gente haya en la piscina", afirma.
El Ayuntamiento asegura que no está al tanto de la situación, pero que adelantará a febrero la reunión con las comisiones de seguimiento prevista para marzo a fin de abordar el tema. "Lo primero será hablar con Enjoy Wellness y decirles que cumplan las ordenanzas", afirma Delia María Berbel, coordinadora del distrito San Blas-Canillejas. Berbel asegura que no han recibido quejas al respecto; sin embargo, a la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento sí han llegado reclamaciones. "Pero es el distrito el que tiene que fiscalizar la situación", señala el Consistorio.
El Fabián Roncero está próximo a lo que se conoce como Ciudad Pegaso, un barrio construido en 1956 por la empresa estatal ENASA para sus trabajadores. Esto le ha dado un sello obrero desde sus orígenes.
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