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Dos terrazas de la Milla de Oro seguirán cerradas durante las fiestas navideñas

Solo un local de los precintados por el Ayuntamiento ha conseguido los permisos para reabrir

El callejón de Puigcerdá, donde varias terrazas han sido clausuradas por no cumplir la normativa municipal.
El callejón de Puigcerdá, donde varias terrazas han sido clausuradas por no cumplir la normativa municipal.JAIME VILLANUEVA

Dos locales del callejón de Puigcerdá, ubicados en la Milla de Oro (distrito de Salamanca), de los precintados por el Ayuntamiento -el pasado 21 de diciembre- no obtuvieron los permisos para reabrir. La taberna 'Los Gallos' y el restaurante 'Babelia' siguen cerrados y no darán servicio en Nochebuena ni Navidad, según el dueño, Pepe Caldas. El restaurante 'La máquina de Jorge Juan' es el único de los precintados que obtuvo los permisos pertinentes y ayer volvió a recibir clientes. El Consistorio tomó esta decisión después de que los vecinos -que viven en los portales 11, 13 y 15- llevaran ante la Junta de Distrito las irregularidades de las terrazas de algunos restaurantes de la calle en noviembre de 2015. Los locales recibieron un expediente sancionador el pasado julio y el Ayuntamiento rechazó el proyecto que presentaron los restaurantes este verano. Las causas fueron que los negocios incumplían la normativa, además de ocupar la vía pública y tener cerramientos ilegales.

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Ayer por la mañana la actividad en la calle Puigcerdá -también conocida como el callejón de Jorge Juan- fue frenética. Desde el comienzo de la calle, donde había varias pancartas en las que se leía "Queremos trabajar esta Navidad" o "El Ayuntamiento arruina nuestra Navidad", se sucedían las obras. Una decena de operarios trabajaban en la retirada de las terrazas exteriores de varios restaurantes -'La máquina de Jorge Juan', 'Taberna Los Gallos' y 'Babelia'- .

"A la abuela no le gusta y por eso quitaron las terrazas", dijo enfadado un viandante en referencia a la alcaldesa mientras observaba el desmantelamiento de la terraza 'Babelia'. Varios obreros con radiales en mano quitaban poco a poco el cerramiento mientras otros trabajadores colaboraban quitando mesas y sillas. Pese a los trabajos, al mediodía el Consistorio confirmó a los 90 trabajadores de 'Babelia' y la taberna 'Los Gallos' que seguían sin cumplir la normativa y no podían reanudar la actividad, según Pepe Caldas, el dueño de ambos negocios. "Esto es una ruina. Teníamos el restaurante lleno de reservas para Nochebuena y ahora vamos a tener que devolver el dinero a las personas que pagaron por adelantado y afrontar los gastos. Serán muchas pérdidas", confesó.

A su vez, en la puerta de 'Los Gallos' había un cartel que decía "Actividad precintada por resolución de la autoridad municipal", el cual se pararon a leer varios curiosos que paseaban por la zona, como una pareja de Barcelona. Los dos -una mujer y un hombre- eran turistas que estaban de paso en Madrid Y opinaban que igual que ocurre en su ciudad, no se deberían quitar este tipo de terrazas exteriores porque son muy agradables para turistas y clientes habituales. "Pensamos que los restaurantes no le están quitando tanto espacio a la calle. Para evitar problemas con los vecinos se podrían cerrar los negocios a la una de la madrugada y después ya descansa todo el mundo", afirmaron.

Unos metros más adelante, una mujer mayor interrogaba a los obreros sobre el por qué de las obras. A su lado, un hombre también miraba a los operarios junto a dos jóvenes. "Estamos esperando a ver si abren para tomar algo, somos clientes que venimos de vez en cuando", admitió. Otra vecina de una calle próxima miraba todo con cara de sorpresa. "Hacía tiempo que no pasaba por aquí pero la calle ha cambiado porque las terrazas comen todo el espacio. Es mejor el callejón de la calle paralela porque es ancho y se puede ir de compras tranquilamente", denunció.

Delante de ellos -y haciendo un ruido ensordecedor- varios operarios desmontaban por completo la terraza del restaurante 'La máquina de Jorge Juan'. Según uno de los arquitectos que supervisaba los trabajos, el único requisito que se le impuso al local para poder reabrir sus puertas fue la retirada de dicha terraza. Los trabajadores del establecimiento tuvieron suerte y alrededor de las tres de la tarde comenzaron a recibir a los primeros clientes. "Los jefes nos han informado de que ya podemos trabajar porque consiguieron los permisos", confirmó uno de los empleados por teléfono. En 'Babelia' y 'Los Gallos' esperarán hasta el lunes para saber en qué situación quedan ambos restaurantes, según su dueño, Pepe Caldas.

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