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La CUP presiona a Puigdemont pero le dejará tramitar los Presupuestos

Los anticapitalistas reconocen su compromiso con una "legislatura excepcional"

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en París.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en París.Fernando Pérez (EFE)

El Gobierno catalán, a través de su portavoz, Neus Munté, y del portavoz de Junts pel Sí, Roger Torrent, dieron su apoyo total al consejero y a la policía autonómica, recordando que quemar fotos del Monarca está tipificado en el Código Penal como delito. Con todo, Munté matizó que romper fotos del jefe del Estado o quemar banderas no está perseguido en democracias consolidadas.

El episodio ha dejado patentes las diferencias en la mayoría independentista del Parlament pero la alianza, a las puertas de debatir la próxima semana el proyecto de Presupuestos y de celebrar la cumbre sobre el referéndum, se mantendrá.

La diputada Mireia Vehí, una de las seis parlamentarias que rompió las fotos de Felipe VI en sede parlamentaria, avisó de que la CUP concibe la política como algo integral y que las bases de su partido analizarán el episodio a la hora de votar definitivamente las cuentas. Pero, paralelamente, recordó el compromiso de la CUP con esta “legislatura excepcional”, con el referéndum y dar luz verde a tramitar las cuentas. Tras tildar de “acto simbólico y simpático” y tradicional de la izquierda independentista romper fotos del Rey, Vehí difundió las diligencias que hicieron los Mossos en la Diada que demostraron que actuaron de oficio.

“Dijo Jané que cumplía órdenes [de la Audencia Nacional] y no es cierto. No está comprometido con el proceso y torpedea el proceso. Si no dimite tenemos un problema de país. Si gana el en el referéndum, ¿serán los Mossos leales a la Generalitat o al Estado?”, se preguntó la diputada, quien acusó a los Mossos de ser a veces más rápidos que la Guardia Civil. “Son los primeros de la clase en la judicialización de la política”.

Pese a las presiones de la CUP, el Gobierno catalán blindó a su consejero, rechazó su destitución y acusó a la CUP de cometer “un grave error” al poner a los Mossos en el centro del debate. La imagen de los seis diputados de la CUP rasgando fotografías de Felipe VI no fue del agrado del Gobierno, si bien Munté también recordó que, cuando fue diputado, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, rompió en 2015 en el Parlament ante las cámaras un documento del Ejecutivo.

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Pese a las diferencias, “la cadena de confianzas” entre Junts pel Sí y la CUP sigue viva, en opinión del Gobierno catalán. El Ejecutivo de Puigdemont condenó la aparición de pintadas con amenazas contra el consejero Jané y contra la coordinadora general del Partit Demòcrata, Marta Pascal, en una sede del partido.

En Madrid, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decidió dejar en libertad a los cinco integrantes de la CUP detenidos por negarse a comparecer por videoconferencia en la causa que investiga la quema de fotos del Rey durante la pasada Diada.

Después de las tres detenciones del lunes (Aitor Blanc, Jordi Almiñana e Ivan Altimira), la Policía Nacional arrestó ayer por la mañana a Nora Miralles y Roger Santacana, cuando viajaban en autobús hacia Madrid con un grupo de miembros y simpatizantes de la formación anticapitalista para apoyar a los otros tres independentistas catalanes detenidos el lunes por el mismo motivo. “Nos hemos personado ante el juez para decir que no declararemos delante de un tribunal que no reconocemos como legítimo”, apuntó Blanc.

Los Mossos avisaron del ultraje al Rey

La CUP difundió un extracto de las diligencias que la Comisaría General de Información de los Mossos remitió a la Audiencia Nacional que incluyen imágenes del cartel de la convocatoria, fotos de la protesta y mensajes en las redes sociales que reflejaban el momento de la quema de fotos del Rey y de la portada de la Constitución.

Las diligencias mencionan que en los tuits se colgó la frase "Si el Rey quiere corona, le daremos; que venga a Barcelona y el cuello le cortaremos", que se popularizó durante la II República y que fue recuperada por un grupo musical en 2002. El acto, dice el documento, concluyó con el canto de La Internacional y Els Segadors. El informe apunta que los mossos procederían a identificar a los implicados y que la quema podía ser un presunto delito de "ultraje a la Corona".

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