Fomento enfría el arranque del mandato de Feijóo
El nuevo ministro admite “dificultades” para que el AVE a Galicia se acabe en la fecha prometida y niega el traspaso a la Xunta de la principal autopista gallega
La llegada del AVE a Galicia, cuyas primeras traviesas se colocaron con todo el boato hace 15 años, vuelve a quedarse sin fecha. Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en su primera visita a la comunidad tras estrenar cartera y después de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, proclamara en su discurso de investidura que Galicia "no puede pagar" con otro retraso en esta infraestructura "ni los privilegios presupuestarios que algunos quieran obtener ni tampoco la factura de la parálisis" institucional.
El sustituto de Ana Pastor al frente de Fomento ha desvelado, sin embargo, que una serie de "dificultades" en un tramo de 18 kilómetros entre Pedralba (Zamora) y Taboadela (Ourense) impiden "hablar de un plazo concreto" para que el AVE conecte Galicia con la Meseta, por lo que queda en el aire su entrada en funcionamiento prevista para 2018. Esta fue la última fecha comprometida por el Gobierno central tras continuas demoras en los trabajos; la primera, la que dio el equipo de José María Aznar cuando echó a andar el proyecto, se superó hace siete años, en 2009.
De la Serna ha esgrimido "dificultades de ejecución" por "circunstancias sobrevenidas" y el "parón de un año" de Gobierno en funciones y Feijóo, comprensivo, le ha agradecido su "realismo". No ha sido esta la única mala noticia que ha recibido el presidente gallego en la hora y media de reunión que ha mantenido en Santiago con el ministro de Fomento. La Autopista del Atlántico, la vía de peaje que conecta la costa atlántica gallega desde Ferrol a la frontera portuguesa, seguirá en manos del Gobierno central pese a la reivindicación de traspaso que apoyan desde hace años en Galicia todos los partidos, incluido el PP.
Los “argumentos sólidos y razonables” con los que Feijóo anunció que acudiría al encuentro no han convencido a De la Serna. El nuevo ministro del ramo se une así al no con el que ya respondieron a esta petición sus antecesores en el cargo, los gallegos Ana Pastor (PP) y José Blanco (PSOE). Tanto la Xunta como la oposición reclaman el traspaso de la titularidad de la AP-9 con el propósito de mejorar su controvertida gestión y presionar a la concesionaria Audasa para que baje los elevados peajes que ahora pagan los conductores. “Pensamos que la titularidad le corresponde al patrimonio autonómico y, si la conseguimos, hablaremos con la concesionaria porque entendemos que se puede implementar una política flexible de peajes en función de las franjas horarias o del tipo de tráfico”, explicaba Feijóo la pasada semana antes de escuchar la negativa del ministro.
De la Serna ha reconocido que la gestión es "mejorable" pero sostiene que la AP-9 forma parte de la red de carreteras del Estado y no debe ser transferida al Gobierno gallego. Lo que sí hará el ministro es crear una comisión mixta para que la Administración autonómica participe en la supervisión de la infraestructura "desde la lealtad institucional" y Fomento financiará en solitario, sin los seis millones de euros anuales que la Xunta aportaba hasta ahora, la supresión de peajes en sendos tramos de las comarcas de A Coruña y Vigo. Feijóo ha calificado de "acuerdo histórico" la creación de la comisión, aunque asegura que seguirá "planteando la transferencia de la autopista". El portavoz de En Marea, Luís Villares, considera que el resultado de la reunión entre el ministro de Fomento y Feijóo "evidencia la falta de peso político" del presidente gallego.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.