“El Liceo es tan accesible como ir a ver al Barça”
El presidente de la Fundación sostiene que las aportaciones públicas son una inversión de país
Cuenta que cuando era niño y vivía en el barrio del Raval, pasaba junto al Liceo y lo veía como algo esplendoroso pero lejano, nada que ver con su realidad familiar y social. Aquel Salvador Alemany (Barcelona, 1944) con el devenir de los años se convirtió en un empresario de larga trayectoria, ahora es el presidente de Abertis, y desde el pasado 21 de octubre preside el patronato de la Fundación del teatro del Liceo. Acostumbrado a analizar el estado de las empresas, Alemany dice que la salud del Liceo es buena: “Tiene un buen producto, tiene prestigio y un buen equipo y pienso que estamos en un contexto que está bien. Si yo no hubiera visto recorrido, no me hubiese metido”.
Uno de sus principales cometidos será hacer de puente con las cuatro administraciones consorciadas en el Patronato —Ministerio de Cultura, Generalitat, Ayuntamiento y Diputación — que subvencionan alrededor del 50% del presupuesto y lograr que el mundo empresarial sea más activo en el patrocinios del teatro. “Las administraciones deben aportar dinero porque estamos desarrollando una labor social de la que el país también tiene retorno. ¿O es que el Liceo es un grupo de amigos que se divierte en cosas refinadas? ¿Queremos que el Liceo haga zarzueletas con becarios o queremos grandes obras con cantantes y artistas de calidad? Aportar dinero al teatro no es caridad, sino una inversión de país. Me voy a mi terreno, si no se arreglan las carreteras, hay más accidentes y costes sanitarios. En el ámbito cultural, si instituciones como el Liceo no se cuidan, también nos haremos daño”.
Ahora mismo, tiene sobre la mesa un diagnóstico del estado financiero del teatro que apunta que requiere una inversión extraordinaria anual de las administraciones de cuatro millones de euros. “Todos estuvieron de acuerdo pero ahora hay que pasar de las musas al teatro y que todo se ponga en los presupuestos. No hay motivo para ser pesimistas”. También está convencido de que se puede mejorar el mecenazgo del Liceo que ahora representa el 14% de sus ingresos y que siempre se confronta con el del Real, que llega al 25%. “Hay que afinar las maneras para que las empresas encuentren retorno en la aportación que hacen. Aquella idea antigua de que hay que estar… ya no vale, sobre todo después de la crisis. Lo más importante es el vínculo emocional con la institución, si las empresas no conectan, entonces es muy difícil. No es lo mismo, pero la idea es lo que supone la llotja del Barça. Aquí es distinto por la calidad intelectual y la sensibilidad de la ópera pero hay que buscar esa conexión. Ahora tenemos un periodo de tres años de exención fiscal que puede ser muy interesante para las empresas que ganan dinero y hacen publicidad”.
Mejorar la relación con Ada Colau
Consciente de que la relación del Liceo con Ada Colau es mejorable —la alcaldesa anuló el palco que tenía el ayuntamiento en el teatro y no ha acudido a ninguna de las dos inauguraciones de temporada— Salvador Alemany dice que seguramente la visión de Colau sobre el Liceo no será ya la misma: “Quiero hablar con ella, desde luego no para darle ningún tipo de lección, sino para explicarle qué es el Liceo y todas las cosas que hacemos. Cuando se está afuera o cuando se acaba de llegar a un cargo de responsabilidad, como lo es ocupar la alcaldía de una ciudad como Barcelona, las cosas se ven de una manera y muchas de esas percepciones cambian al cabo de un tiempo. Confío en que pase con el Liceo”.
Está convencido de que el Liceo debe explorar más: “que el producto que ofrece el teatro sea muy atractivo y atraiga a más gente aunque lo que no podemos hacer es duplicar las localidades. El Liceo es cada vez más accesible, no es solo para la élite. Si experimentan la emoción de la música, hay fórmulas para colectivos, para jóvenes. El Liceo hoy por hoy es tan accesible económicamente como algunas actividades deportivas, por ejemplo una entrada del Barça”. Añade que el Liceo está hoy presente en los cines donde se puede ver algunas funciones de la temporada, además del Liceo a la fresca, un programa que el año pasado se extendió por más de un centenar de ciudades de Cataluña.
Alemany no se pronuncia sobre si la intervención artística que propuso Frederic Amat para la fachada el Liceo —colocando unas grandes anillas de cerámica roja— le gustaba o no: “Es interesante contemplar un cambio del aspecto del Liceo en el entorno que ocupa, en la Rambla, y que tenga más presencia. La idea de Amat hizo pensar e incluso a los que no les gustaba, el debate les pareció interesante. Si se abre la oportunidad de plantear algo, se hará de otra manera”.
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