El caos se apodera del comité de empresa del metro de Barcelona
La asamblea vota la dimisión de sus representantes, de los negociadores y paralizar las conversaciones con TMB
Se habían comprometido a aparcar las diferencias y llegar a un acuerdo que permitiera seguir negociando el convenio con Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), pero no han sido capaces. Y así lo han reconocido. Los seis sindicatos con representación en el metro de la capital catalana (CGT, UGT, CC OO, CPTC, SU y CIM) se han presentado este lunes a la primera de las tres asambleas de trabajadores sin un acuerdo y el resultado ha sido un caos: la asamblea ha votado por amplia mayoría la dimisión de la mesa negociadora, la del comité de empresa y paralizar la negociación.
Hay otras dos asambleas por la tarde, pero la de la mañana es siempre la más concurrida (unas 300 personas este lunes) y la que suele marcar la pauta. Como a mediados de octubre, y aunque con menos asistentes, el ambiente ha estado caldeado con constantes llamados a desbloquear la situación.
A efectos prácticos, y a corto plazo, las tres decisiones suponen que ni se continuará negociando ni habrá nuevas convocatorias de movilizaciones. Esto último es lo que teme la dirección de TMB y el Ayuntamiento, porque en mente de todo el mundo está el congreso de móviles a comienzos de 2017. Nadie quiere una convocatoria de huelga como la del año pasado, que provocó el enfado público de la organización de la joya de la corona de la Feria de Barcelona.
La situación entre los 3.500 trabajadores del metro está tan enredada que ni siquiera las tres votaciones tienen un efecto inmediato. La votación sobre la dimisión del comité tiene un efecto relativo, porque para ser efectiva, deberían dimitir todos los representantes de las listas que los seis sindicatos presentaron, unas 300. La dimisión de la comisión negociadora también tiene poco peso, porque de hecho, las partes llevan enfrentadas desde el pasado julio, cuando se rompieron las negociaciones.
Solo da algo de aire para recomponer la situación la votación de parar la negociación (inexistente, insistimos) hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña se pronuncie sobre los servicios mínimos de la huelga del pasado 15 de junio, coincidiendo con el Sonar. TMB los considera excesivos y los ha recurrido. Está por ver qué decide el tribunal y si los representantes de los trabajadores son capaces de llegar a algún acuerdo hasta entonces.
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