Las Tablas teme que su primer instituto público no llegue a tiempo
La Consejería de Educación prometió que estaría listo en septiembre de 2017, pero la construcción todavía no se ha licitado
La Plataforma por la Educación Pública de Las Tablas, formada por asociaciones vecinales y las Ampas de los cuatro colegios públicos del barrio, denuncia que todavía no se han licitado las obras para la construcción del primer instituto público de la zona. La Consejería de Educación de Madrid se comprometió en febrero de este año por escrito a que las obras estarían terminadas en septiembre de 2017. “Tenemos miedo de que las obras no finalicen a tiempo, como ha pasado en otras ocasiones. Ni siquiera hay un cartel que anuncia la construcción”, aseguran desde la agrupación.
“Llevamos 11 años pidiendo este centro, y en la actualidad hay más de 500 adolescentes desplazados a otros institutos”, sostiene Carla Centeno, miembro de la Ampa del colegio público Leopoldo Calvo Sotelo. Su hija Alma, que se encuentra en el último curso de primaria de este colegio, será una de las afectadas si las obras no finalizan a tiempo.
Centeno explica que los niños que han terminado Primaria en los colegios públicos del barrio se han visto obligados a desplazarse bien al instituto Manuel Fraga Iribarne, situado en el barrio de San Chinarro o al instituto San Fernando, en la carretera de Colmenar, con una ruta financiada por las familias. “El transporte público para llegar a estos dos centros deja mucho que desear. Por eso los padres de estos niños pagan una ruta de sus bolsillos”, añade.
Desde la agrupación escolar también están preocupados por el planteamiento que se da a este tipo de construcciones. “Normalmente, se planifica todo por fases, y la mayoría de los casos, por lo que nos ha enseñado la experiencia, nunca se termina a tiempo, como ha ocurrido con la segunda fase del colegio Blas de Lezo o el pabellón deportivo del instituto Manuel de Fraga que a día de hoy presentan como mínimo un año de retraso”, sostienen desde la plataforma.
En el caso del instituto, Centeno añade que aunque la promesa sea la de construir el centro, en realidad “solo se construirán las aulas para acoger a los alumnos del primer curso de educación secundaria. El resto tendrá que esperar”.
A través de las Ampas, los padres advierten de que la Consejería, amparada por la ley, está haciendo las licitaciones a la baja, lo que provoca que las constructoras reduzcan sus presupuestos para ser la mejor adjudicataria y luego paralicen la obra porque no tienen dinero para finalizarla. “De este modo, las fases se alargan y los alumnos de estos centros no pueden disfrutar de todas las instalaciones. A veces, hasta cuatro años después de haberse inaugurado el centro, siguen sufriendo las obras y la falta de espacio para el funcionamiento normal de un centro escolar”, aseguran.
Por su parte, desde la Consejería garantizan que se mantiene la previsión para que este centro esté terminado en septiembre de 2017 y que todavía están dentro de los plazos previstos.
El fenómeno embudo
Las Tablas, un barrio que cuenta con una población de casi 37.000 personas, y que cuenta con cuatro colegios públicos también se enfrenta a un problema de masificación en las aulas. Los casos más alarmantes son el del colegio Josep Tarradellas y el del Leopoldo Calvo Sotelo. Desde la Plataforma por la Educación Pública en Las Tablas aseguran que todavía no han obtenido respuesta concreta por parte de la consejería a la petición de nuevas clases para el primer centro. “Es un colegio calificado como línea 3, esto quiere decir que no puede haber más de tres aulas del mismo curso, y estamos hablando de que en algunos casos en la actualidad existen hasta tres más por cada año. En total hay nueve aulas más de las permitidas”, asegura Carla Centeno, del Ampa del colegio Leopoldo Calvo Sotelo.
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