La nueva Convergència zanja el debate del nombre tres meses después

Ahora sí, será Partit Demòcrata Europeu Català. Más de tres meses después de su congreso fundacional, el partido que nació de los restos de Convergència ya tiene nombre. Un 85,7% de los asociados de los que votaron entre el viernes y ayer (un exiguo 32% de los 11.000 afiliados) han ratificado ayer y hoy la denominación y las siglas (PDECat) de la formación que pretende quitar a Esquerra Republicana la hegemonía del indepentismo catalán. El nombre llega tras un congreso tumultuoso en el que las bases abortaron las denominaciones propuestas por la antigua dirección y después de la negativa del Ministerio del Interior de inscribirlo como había escogido (Partit Demòcrata Català) porque su nombre chocaba con el de Demòcrates de Catalunya.

Tras todos esos problemas, las bases del partido han decidido ratificar la alternativa escogida por la joven dirección de la federación, en manos de Marta Pascual y David Bonvehí. Se cierra el episodio del nombre, debate que afloró las grietas que había dejado Convergència, una vez que ya se ha escogido a sus dirigentes de la formación global y a nivel territorial. Ahora solo queda por desvelar la plataforma que prepara el presidente del partido, Artur Mas, para ampliar la base del PDECat y convertirlo en un partido de centro pero con un importante salto soberanista: independentista, defensor de la creación de una república catalana y partidario de una vía unilateral para conseguirlo si es necesario.

Ese último punto consta en las bases fundacionales de la formación y fue uno de los puntos que puso como traba Interior para inscribir al partido. La solución ha sido simple: no se renuncia a esas formas pero se ha renunciado a inscribirlo en el registro de partido para no violar la Ley de Partidos.

La propia ratificación vía votación supone un salto cualitativo del nuevo partido, que por primera vez escogió a través de unas primarias al candidato en las elecciones legislativas del pasado mes de diciembre, en las que se impuso el actual portavoz en las Cortes Francesc Homs.

Artur Mas ha subrayado que el nombre escogido guarda “de manera muy clara la fidelidad y la coherencia con la que se aprobó el congreso fundacional”. La actual imagen del partido, que se ha ido improvisando con la neutra de fondo blanco y letras negras que se estrenó en el congreso de julio, se empezará a trabajar en profundidad a partir de ahora a la vez que se intenta ampliar la base de la formación, muy reducida respecto a Convergència, con apenas 11.000 asociados.