La Zona Franca defiende que los legionarios sigan en Sant Andreu
El Consorci de la Zona Franca pone en marcha la construcción de pisos y critica la falta de inversión del Ayuntamiento
El delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca (CZF), Jordi Cornet, ha manifestado esta mañana su apoyo a la Hermandad de Caballeros Legionarios de Barcelona. El Ayuntamiento ha anunciado en varias ocasiones su intención de expulsarlos de los antiguos cuarteles de Sant Andreu, pese a ello, Cornet ha defendido que existe un convenio suscrito entre la entidad paramilitar y la CZF y que echarlos del espacio que ocupan se podría considerar "una prevaricación".
Cornet ha defendido a la Hermandad de Caballeros Legionarios de Barcelona: “Hago una llamada, de buen rollo, cuando el CZF llegó allí había terrenos ocupados por los legionarios, un aparcamiento que utilizan los Mossos d’Esquadra y un asociación que practica críquet. Nosotros firmamos convenios para permitirles usar los solares y nunca ha habido problemas. Si el Ayuntamiento cree que los legionarios provocan molestias habrá que buscarles otro solar pero el CZF tiene una política muy clara: Mejor un ocupante controlado que descontrolado. Los legionarios no nos pagan renta pero nos mantienen los terrenos y tienen el compromiso de entregárnoslo cuando sea necesario al igual que los Mossos y la asociación de críquet”.
El delegado del Estado ha realizado estas declaraciones durante la presentación de la construcción de 78 viviendas en los antiguos cuarteles de Sant Andreu, destinadas a realojar a los vecinos de dos edificios situados en el paseo Torras i Bages y en la calle Palomar. La mayoría de estos vecinos son o exmilitares o personas que vivían en estos edificios por su vinculación a las fuerzas armadas.
Cornet ha criticado que el consistorio de Ada Colau no haya previsto suficiente presupuesto para la urbanización de los antiguos cuarteles lo que impide, según el delegado, realizar todas las obras que tiene previstas el CZF. Cornet ha calificado el día de hoy como “histórico”. “Se inicia la convocatoria para el concurso público que permitirá realojar a las 78 familias dentro de dos años. Las obras tendrán un importe de casi 11 millones de euros”, ha asegurado el delegado. Se trata de familias vinculadas al ejército que viven en edificios que serán posteriormente demolidos. "Los vecinos que tengan el piso en propiedad lo seguirán teniendo y aquellos que estén en régimen de alquiler se les respetará el acuerdo". El delegado del consorcio asegura que la reubicación de los militares jubilados en nuevos pisos supone la reactivación de los cuarteles de Sant Andreu y el punto y final a la crisis inmobiliaria.
Aun así, ha criticado las previsiones del Ayuntamiento de Ada Colau. “El Consistorio es el encargado de urbanizar los cuarteles. Debería invertir 13 millones de euros y nos consta que en 2017 sólo destinarán tres. Si no urbaniza, nosotros no podemos comenzar a construir viviendas”. Cornet ha reivindicado “el gran esfuerzo económico que ha hecho en CZF para revitalizar la zona. Un esfuerzo que a menudo no ha sido reconocido”.
El Ayuntamiento de Barcelona ha asegurado que cuando llegó el actual equipo de gobierno se llegó a unos acuerdos con el CZF que permitieron impulsar un proyecto “encallado”. El consistorio ha mostrado su sorpresa por la presentación de las obras por parte del CZF y ha asegurado que no se ha informado al consistorio de un “calendario de ejecución”.
Respecto al apoyo a los legionarios, el Consistorio ha manifestado que ha de ser “el CZF quien deshaga el convenio de cesión de este espacio, ya que se cedió sin el consenso de las entidades y de los vecinos de la zona”.
Al margen de las 78 viviendas para exmilitares, el CZF tiene programadas 482 viviendas libres y 69 viviendas sociales más. En la zona también está previsto construir otras 1.200 viviendas sociales correspondientes a otras administraciones.
Los antiguos cuarteles de Sant Andreu, de más de 107.000 metros cuadrados, fueron adquiridos por el Consorci en 2004 para impulsar un nuevo planeamiento y un plan de mejora urbana. Su desarrollo topó con la crisis económica e inmobiliaria, que ralentizó la construcción, en la cual intervienen diversas administraciones y entidades. Este espacio combina múltiples usos: 100.000 metros de techo para equipamientos, 2.000 nuevas viviendas —el 60% de varios tipos de protección—, 41.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas y 14.000 para uso viario.
Cornet ha admitido que el CZF invirtió 93,9 millones de euros los terrenos de los cuarteles y actualmente tienen un valor de 51,9 millones, lo que implica una depreciación de 41,4 millones de euros.
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