Enseñanza prepara el sistema educativo para una eventual secesión

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció hace unos días que todas las estructuras de estado estarán listas en julio de 2017 para poner en marcha una eventual desconexión del Estado. Y con esta promesa sobre la mesa, el Departamento de Enseñanza también se ha apurado a hacer lo propio y marcar la hoja de ruta de su sistema educativo. La consejera del ramo, Meritxell Ruiz, ha ordenado a un grupo de expertos el diseño de un sistema educativo “sin restricciones presupuestarias ni normativas”.

El documento “de máximos”, como lo calificó el secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Antoni Llobet, estará abierto a debate con la comunidad educativa. El Consejo Escolar de Cataluña (CEC), que pilota la iniciativa, será el encargado de crear y aprobar el documento final a partir de las ponencias de los expertos y las aportaciones del resto de los actores del sector. En julio, el mismo mes que puso Puigdemont para tener todo a punto para la independencia, el CEC prevé entregar a la consejera tanto las ponencias iniciales, como las aportaciones y la reflexión final del CEC “sobre el futuro de la educación en Cataluña”.

“Es importante saber a dónde queremos encaminar el país en general y el debate queremos hacerlo independientemente de cómo culmine el proceso [soberanista]“, matizó ayer Llobet. Pese a que hasta los tempos coinciden con los estipulados por el presidente, el secretario de Políticas Educativas insistió en que el debate participativo que ha abierto el CEC trasciende al proceso soberanista. “Puede haber una influencia del proceso pero ya tiene sentido hacerlo independientemente de lo que pase con él”, apuntó.

La ponencia inspiradora que desarrollarán los expertos pivota sobre cinco ámbitos de la educación: la arquitectura académica, los centros docentes, el profesorado, los alumnos y los principios que enmarcan todos estos elementos. “Queremos pensar a lo grande y ser ambiciosos, no operar con la censura de las normas administrativas y de financiación”, apostilló el presidente del CEC, Lluís Font. Enseñanza invitará al debate participativo a unas 100.000 personas, según Font, entre personal docente de la red pública y la concertada, consejos escolares territoriales, empresas del sistema educativo, investigadores y patronales, entre otros.

Llobet remarcó que el documento que surja del debate participativo no tendrá rango de ley ni pretende sustituir a la Ley de Educación de Cataluña (LEC). “Se trata de dibujar hasta qué punto podemos evolucionar y avanzar. Cuanto más claro tengamos a dónde queremos ir, más claro tendremos los caminos que hay que sortear”, indicó. Font apuntó que el documento no quiere ser una “sacudida” a la LEC, sino que pretende incluir aspectos que no se han debatido nunca por las restricciones que los actores educativos llevaban de serie (económicas y legales).

“Este debate es una respuesta para clarificar a dónde ir”, insistió Llobet. El secretario de Políticas Educativas aseguró que, en caso de no alcanzar la independencia, ese documento se podrá aprovechar igualmente pese a estar diseñado sin contar con el ordenamiento jurídico ni la situación económica. “En el margen que tengamos, lo haremos”, manifestó.