Alud de alegaciones al decreto de turismo de la Generalitat
El Ayuntamiento de Barcelona, Airbnb o los vecinos, rechazan el proyecto normativo
Unos creen que es una oportunidad perdida para introducir mayores exigencias a los pisos turísticos; otros consideran que empuja a los vecinos que alquilan habitaciones de su casa para complementar sus ingresos a profesionalizarse; otros que no tiene en cuenta las recomendaciones internacionales en materia de economía colaborativa; otros rechazan la convivencia entre turistas y vecinos en una misma finca y apuestan por el cierre de pisos turísticos... El Decreto de Reglamento de Turismo de la Generalitat recibirá un alud de alegaciones que muestran el conflicto de intereses que genera el sector.
Ayuntamientos como el de Barcelona, entidades como la Federación de Asociaciones de Vecinos, o la asociación de Anfitriones que alquilan habitaciones, patronales como la Confederación de Hostelería y Restauración (de la que forma parte el Gremio de Hoteles) o empresas como Airbnb figuran entre las instituciones y entidades que han presentado o presentarán sus reservas a un texto cuyo periodo de exposición pública termina mañana día 15 y que la Generalitat prevé que entre en vigor a comienzos de 2017.
El decreto ordenará y regularizará los diferentes tipos de alojamientos turísticos y actualizará la normativa existente. Además, regula por primera vez nuevas modalidades de alojamiento como las áreas de parada de autocaravanas, los alojamientos turísticos singulares o el alquiler de habitaciones en casa de vecinos. También modifica la normativa de establecimientos como los campings (se categorizarán con estrellas, de dos a cinco) o los pisos turísticos, cuyos propietarios tendrán que avisar a sus vecinos y tendrán que señalizar su presencia en el exterior.
Desde el Ayuntamiento de Barcelona, el concejal de Empresa y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Agustí Colom, ha considerado que con el Proyecto de Decreto del Reglamento de Turismo de Cataluña que ha presentado el Gobierno catalán "se pierde una oportunidad de afrontar el fenómeno de la vivienda turística". Para Colom, el problema está en que el reglamento que propone la Generalitat no asume que las viviendas turísticas "son una actividad económica" y "no aporta nada" a la regulación de las Viviendas de Uso Turístico (HUT) actual. Además, critica que no da a los ayuntamientos "potestad normativa para singularizar" estos alojamientos de acuerdo con la realidad de sus ciudades o barrios.
La CONFECAT, la patronal hotelera y de restauración, considera que el decreto "no resolverá en ningún caso los problemas de convivencia que se han producido entre la actividad turística y los vecinos" y alerta de que no incide en la oferta ilegal. Especialmente críticos son con la figura de la Vivienda Turística cedida por habitaciones, de la que cuestionan tanto que acabe prestando un servicio de buena calidad como que la administración sea capaz de gestionarla. También rechaza la figura del alojamiento "singular", también cuestionando su calidad.
Las alegaciones de Airbnb, la mayor plataforma de alquileres vacacionales, alertan de que el decreto "contradice la propuesta de la Generalitat para desarrollar una nueva normativa para la economía colaborativa y su apuesta por la innovación" y consideran que "no distingue entre operadores profesionales y no profesionales: las personas que comparten sus hogares de forma ocasional serán tratadas del mismo modo que los operadores comerciales, profesionalizando su actividad, y estarán sujetos a normas arcaicas diseñadas para una industria diferente, que incluye un complejo sistema de registro, que favorece a los operadores comerciales", afirman fuentes de la compañía.
En la línea de las consideraciones de la plataforma Airbnb van las de la Asociación Vecinos y Anfitriones de Barcelona, los particulares que alquilan habitaciones a turistas, que este miércoles han protestado contra el proyecto ante el Departamento de Empresa de la Generalitat. La asociación defiende que muchos de los vecinos que alquilan habitaciones de su casa lo hacen porque no tienen trabajo y cuestionan aspectos como que el texto solo prevé poder alquilar dos habitaciones, tenga las que tenga la vivienda; o que permite albergar hasta cinco personas en cada una de ellas.
La FAVB, por su parte, se ha hecho eco de las alegaciones de la ABTS, la Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible, la entidad que apuesta abiertamente por el decrecimiento y alerta de las consecuencias, negativas a su juicio, que tiene la irrupción de turismo en los barrios. "La afirmación del preámbulo de esta propuesta de decreto que afirma que 'La actividad de los alojamientos turísticos, excepto la de los campings, es inocua porque no resulta molesta, insalubre, nociva o peligrosa para las personas ni para el medio ambiente' es directament escandalosa y ciega", afirma.
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