Bach salta a las pistas de ‘breakdance’
Llega Red Bull Flying Bach para revolucionar la música clásica
La música barroca, en concreto las piezas de Johann Sebastian Bach, abandona su lugar en salones, iglesias y capillas para explorar nuevos mundos. El espectáculo de baile Red Bull Flying Bach, que aterrizó ayer en Madrid y que podrá verse hasta el domingo en el Teatro Nuevo Alcalá, versiona la música del compositor y le da un nuevo giro para que sea bailable al ritmo de breakdance
Después de recorrer más de una treintena de ciudades de todo el mundo como Viena, Estocolmo, Moscú, Chicago, Toronto o Singapur, los ocho bailarines, siete reconocidas caras masculinas del breakdance y una femenina del baile contemporáneo, deslumbraron ayer al público madrileño durante 70 minutos. Acrobacias, giros, saltos y música en directo a cargo de un piano y un clavicémbalo crearon la combinación perfecta entre la pieza de Bach Clavecín bien templado, y un estilo de baile que nació en las calles de barrios neoyorquinos como el Bronx.
Khaled Chaabi, de 29 años, y Uwe Donaubauer, de 25, son dos de los ocho bailarines que forman este elenco. Para ambos adaptarse a este tipo de música no fue fácil al principio. “Primero tuvimos que entender la música clásica, verla literalmente: sus ondas más lentas, más rápidas, y después adaptar los pasos del breakdance”, afirma Chaabi.
Estos dos amigos, que empezaron a bailar hace ya 15 años, intercambian miradas cómplices mientras hablan como si siguiesen poniendo en escena una coreografía. Y es que, según Donaubauer, todos son una gran familia. “Esta vida es fascinante, pero te levantas siempre en un lugar distinto y tienes que trabajar durante muchas horas. Al final, todos juntos formamos una gran familia en la que apoyarnos y a la que le encanta conocer gente nueva y distintas culturas”.
Además de viajar y tener que entrenar diariamente, estos bailarines profesionales, en muchos casos campeones del mundo en su categoría, también tienen que alimentarse de forma sana y vigilar sus horarios. “Necesitamos mucha energía para las giras. No hay opción a salir por la noche, aunque queramos conocer la vida nocturna de una ciudad nueva, si al día siguiente tenemos que actuar. También vigilamos mucho nuestra alimentación, que sea rica en vitaminas y que no tenga mucha grasa para mantenernos saludables”, relata Chaabi.
Cómo nace la idea
El concepto de Red Bull Flying Bach surgió en el año 2010, cuando Vartan Bassil, fundador de una de las escuelas más importantes de baile urbano, decidió crear un show donde los bailarines de break se movieran al ritmo de la música clásica. Así nació en Berlín la escuela de los Flying Steps, un lugar al que llegan, para formarse, los mejores breakers. “Me atrajo la idea de cambiar a la bailarina haciendo piruetas de puntillas por un breakdancer saltando y haciendo trucos”, explica Bassil para justificar su idea.
Después de deleitar al público madrileño, la próxima parada para esta familia de bailarines será Bilbao. Allí actuará el próximo fin de semana en el Palacio de Euskalduna. Esa será la última actuación en España, antes de cruzar el charco para conocer, entre otros países, Estados Unidos.
“Este espectáculo es para todos los públicos, pero solo si tienen la mente abierta”, asegura Chaabi. “Los espectadores tienen que saber que no van a ver un concierto de música clásica o una representación de ballet. Esto es algo nuevo. Si van de esta forma les va a encantar. El objetivo de este show es que se entienda y se sienta viéndolo, no hace falta ser ningún experto en Bach ni en música clásica”.
Los orígenes del 'breakdance'
1968-1974. En este período se sentaron las bases de esta danza urbana de origen afroamericano en barrios neoyorquinos como el Bronx o
Brooklyn.
Años 70. Este tipo de baile se fusionó con ritmos latinos provenientes de Puerto Rico y expandió su importancia.
Años 80. Las calles de Nueva York se llenaron de este ritmo, que dejó de pertenecer a solo un par de barrios. De ahí, el salto mundial hasta ahora.
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