Farruquito saca la Bienal a la calle

El flamenco ha transformado este jueves el entorno de la Catedral de Sevilla. Ha convertido su suelo empedrado en escenario, a sus transeúntes en espectadores... Y a la plaza del Triunfo en un singular tablao flamenco. En él, una veintena de bailarines (profesionales y aficionados) ha seguido los pasos de Farruquito para dar cuerpo y alma al flashmob con el que arranca la 19ª edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla. La actividad se ha seguido (y bailado) a través de las redes sociales en 22 países y 30 localizaciones distintas. 

Más información

Veinticinco días de puro flamenco

La más dura cantera del flamenco

La iglesia San Luis de los Franceses de Sevilla resucita con flamenco

Dos músicos contra la academia

Sobre las 21.00 y ante centenares de sevillanos y turistas, Farruquito y su improvisado cuerpo de baile han puesto en escena una bulería compuesta por el bailaor para su espectáculo Pinacendá. "Es una bulería con pequeños detalles flamenco al cante que compuse para todas las provincias de Andalucía, pero en especial para Sevilla", explica el galardonado con el Giraldillo al Baile en 2014. El tema cuenta con Encarna Anillo al cante y Gonzalo Grau al piano. Además de crear esta coreografía para el flashmob, Farruquito actuará dentro de la Bienal con su espectáculo Baile moreno, con el que pretende homenajear a su padre.

La salida de la Bienal a la calle se ha materializado minutos antes en la Puerta del León del Real Alcázar de Sevilla, donde el cantaor José de la Tomasa ha interpretado una toná para invitar a todos los aficionados sevillanos y visitantes a compartir y disfrutar de la cita flamenca. "Sevilla siempre Sevilla / patrimonio universal / voces del cante antiguo / cantan a la Bienal", ha entonado el artista.

Ambas actividades, junto al espectáculo itinerante de unas máquinas que funcionan como instrumentos musicales automáticos de percusión capaces de reproducir los compases del flamenco, son el mejor ejemplo de la apuesta de la organización por llevar la Bienal a todos los rincones de la ciudad. El programa Flamenco en cualquier parte cuenta con una decena de montajes que recorrerán las diferentes barriadas de la capital, entre ellos, El afilaó de Gero Domínguez o ¡Carril Bata Ya! de Choni Cía Flamenca.

De la calle al teatro

Tras acoger esta noche el recuperado pregón literario, a cargo del poeta Antonio Hernández, el Teatro de la Maestranza levantará el telón este viernes con el espectáculo inaugural: La guerra de las mujeres, con Estrella Morente —quien se estrena como actriz—, Antonio Canales y Aída Gómez. El montaje es una adaptación de la clásica fábula de Lisístrata de Aristófanes en versión flamenca y en clave de comedia musical a partir de la obra inédita del desaparecido Miguel Narros. "Miguel me dijo hace unos años que tenía un personaje para mí y menudo toro de miura me tenía preparado", ha bromeado este jueves Canales durante la presentación del espectáculo. "Es algo nuevo, no se ha visto nunca", agrega. 

"Narros traslada la divertida, revolucionaria y todavía rompedora propuesta del autor griego al mundo del flamenco en el que canto, baile y música se entrelazan para dar este clamor contra la intolerancia, la violencia, el machismo y el puritanismo. En una divertidísima pirueta nos arrastra a una descarnada metáfora sobre la guerra y sus consecuencias. Expone sin tapujos, sin ñoñerías, sin hipocresía, el poder del sexo y su autenticidad. Nos habla de la fuerza y la inteligencia de la mujer", explica su director, José Carlos Plaza."La obra tiene un tono picante y cómico", añade el director musical, Juan Carmona. "El montaje toca muchos palos del flamenco desde la soleá, los tangos, las bulerías...", enumera el músico antes de señalar que la obra tiene un "cacho de corazón" de artistas como Enrique Morente o Juan Habichuela.

El montaje, que se va a representar por primera vez en un recinto cerrado, se estrenó el mes pasado en el Festival de Mérida, donde fue visto por más de 25.000 espectadores. "Esta Lisístrata que dejó escrita Narros es un grito de '¡No a la guerra, no a la muerte, no al dolor, no a la privación de la libertad individual' y un '¡Sí a la vida y sí a la sexualidad!", concluye Plaza.