Rituales de santería bajo el Peñón de Ifach
La Guardia Civil indaga sobre la relación entre los esqueletos hallados en Calpe y un conjuro
La población de Calpe, una localidad turística alicantina a hora y media de Valencia, está en boca de todos. Un buceador descubrió el pasado fin de semana en el fondo del mar, a unos metros del imponente Peñón de Ifach, dos fardos con esqueletos humanos, cuencos, bastones, plumas de ave y otros elementos habitualmente asociados con rituales y magia. Los investigadores sospechan que el suceso tenga su origen en un conjuro para romper una relación amorosa.
"Estábamos haciendo un curso en la zona de la Roca Plana, detrás del peñón, y vi en el fondo lo que me pareció una bolsa de basura. Bajé a por ella y cuando me acerqué ví como una sábana anudada. La abrí un poquito y vi una muñeca. Subí, lo entregué al patrón y continué con el buceo", describe Cristian, instructor del Centro de Buceo Les Basetes, descubridor de la primera saca.
Ya en tierra abrieron el fardo y encontraron un hueso humano y avisaron de inmediato a la Guardia Civil, que investiga este macabro suceso. Horas después, en una inmersión nocturna, los buceadores visualizaron otros dos bultos parecidos a unos metros del primero, a 19 o 20 metros de profundidad. Los submarinistas del GEAS del instituto armado solo pudieron recuperar el domingo el segundo de ellos; del tercero avistado no había ni rastro.
Según la descripción de Cristian del primer paquete, dentro, además de los huesos, había una muñeca, una pulsera, una cadena, el bastón partido, palos con nombres escritos y una especie de bote cerrado con un líquido dentro, elementos que se asocian a los rituales de santería
Una primera valoración -el Instituto Anatómico Forense analiza ahora los restos en busca de ADN- ha concluido que el esqueleto humano, envuelto en el primer fardo, llevaba 30 o 40 años enterrado pero se lanzó al mar solo 48 o 72 horas antes. En ninguno de los restos se aprecian signos de violencia.
Si a principios de semana todas las miradas se dirigían hacia el mar, donde se hallaron los fardos, ayer la atención estaba puesta en tierra firme; concretamente en los cementerios cercanos por si se había profanado alguna tumba para obtener los restos óseos. Dos empleados del camposanto de Calpe negaron que los investigadores de la Guardia Civil hubiesen accedido al recinto en busca de tierra removida u otras evidencias.
Rosario, una italiana de 72 años residente en Calpe desde hace años, opina sobre el hallazgo de los huesos. "Es raro. No sé que puede haber pasado"", dice . Calpe es un pueblo muy tranquilo. Nadie comenta nada. Si no preguntas, la gente evita hablar de ello", añade.
La Guardia Civil investigan si los rituales están vinculados con la santería porque, de momento, las evidencias no se corresponden "fielmente" con estos rituales por eso está consultando con expertos para que arrojen luz sobre la presencia en los hatillos hallados en el fondo marino de los huesos y el resto de elementos encontrados: un bastón partido por la mitad. huesos de animales, plumas e incluso nombres propios inscritos en palos de madera.
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