El deseado regreso de la ópera a A Coruña
La Programación Lírica de la ciudad sustituye a la suspendida Temporada Lírica
La nueva Programación Lírica e A Coruña ha dado comienzo en el Palacio de la Ópera de A Coruña con un concierto de Marianne Cornetti, mezzosoprano, y Greegory Kunde, tenor, acompañados al piano por José Ramón Martín Díaz. Bajo el título general De Verdi a Broadway, cantantes y pianista hicieron un amplio recorrido por el repertorio operístico y de music hall. La primera parte llenó el escenario con arias y dúos de Wagner, Verdi, Gounod, y Saint-Saëns. En la segunda hicieron su presencia varios de los títulos más representativos del teatro musical de Broadway, como West side story, Showboat, Cats o Carousel, entre otros.
Cornettti inició su actuación con la interpretación de Dich teure Halle, de la wagneriana Tanhäuser. Inmediatamente, la música de Verdi hizo acto de presencia en la voz de Kunde con Oh fede degar potessi-Quando le serei al placido, de LuisaMiller. Tras estas dos intervenciones individuales, la escena Madre, non dormi? de Il trovatore hizo revivir a los espectadores el éxito que ambos cantantes obtuvieron la pasada temporada con esta ópera.
A lo largo de esta primera parte se sucedieron arias y dúos que complacieron grandemente a un público muy estimulado por la callidad de los cantantes. Y que, por tanto, no necesitaba serlo por el impulso -tan bien organizado y eficaz como suele ser costumbre en estas actividades líricas coruñesas-, que una vez más se hizo patente en el Palacio de la Ópera.
Cornetti lució mayor poderío vocal que su compañero que, tal vez lastrado por un mal momento, mostró alguna dureza en los agudos y pareció algo falto de fiato en algunos momentos de la noche. En la segunda parte, la presencia escénica de Cornetti y su gran adecuación al estilo más ligero del musical estadounidense nublaron algo la actuación de su compañero, algo escaso de la flexibilidad rítmica necesaria en este género. José Ramón Martín Díaz -que ya había hecho desde su piano una música llena del carácter de cada pieza en la primera parte- estuvo realmente soberbio en la segunda, con una absorción plena del espíritu del espectáculo.
Tras el programa, la apoteosis de bises de Broadway, con El Fantasma de la Ópera (el dúo I all ask of you, con Kunde bastante preocupado por la partitura), My Fair Lady (espléndida la canción I could have danced all night en la voz de Cornetti) y Oklahoma. Las ovaciones crecientes de la mayoría convivieron con la desbandada de nutridos grupos de público. Kunde las cortó de raíz con una notable versión del Nesun dorma de la Turandot pucciniana, tras la cual se desalojó finalmente el Palacio de la Ópera. Este había sido bien precalentado para la representación del Falstaff verdiano prevista para el sábado 3 de septiembre ,tras la ausencia temporal de la lírica en A Coruña.
Esta función devolverá la ópera representada a la ciudad, dentro de la Programación Lírica que sustituye a la Temporada que durante dos años programó Amigos de la Ópera con la colaboración y organización del Consorcio para la promoción de la Música. La suspensión de la Temporada por falta de fondos (como explicó a El País el gerente del Consorcio, Andrés Lacasa) hizo temer por la continuidad de la presencia de la lírica en la ciudad, desencadenándose una tormenta de declaraciones y publicaciones en prensa.
Finalmente, con el acuerdo de Ayuntamiento, Diputación de A Coruña y Xunta de Galicia volvieron las aguas a su cauce y el canto a su ciudad. Que no en vano A Coruña tiene una tradición lírica centenaria y este, a través del teatro y de sus numerosas agrupaciones corales de calidad, siempre ha estado presente en ella.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.