El referéndum unilateral gana enteros en la agenda de JxSí

La propuesta de convocar un referéndum unilateral de independencia ha pasado de ser denostada por el Gobierno catalán a entrar en su agenda, con la posibilidad de que el president Carles Puigdemont la incluya en su hoja de ruta secesionista el próximo septiembre, durante el debate de la cuestión de confianza. Sería otra victoria de la CUP, que desenterró esa vía independentista en su declaración de Esparreguera, en la que defendía convocarla no más tarde de enero de 2017.

Posteriormente, pese a la renuencia del Gobierno de Junts pel Sí y en especial de Convergència (ahora Partit Demòcrata de Catalunya), se sumó a la petición la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que celebró una votación interna que ratificó la petición. La organización independentista demandó al Gobierno catalán que incluyera ese referéndum a su proceso en sustitución de las elecciones constituyentes previstas para sellar el fin del mandato.

La negativa del Ejecutivo se ha ido diluyendo con el paso de las semanas. Ha pasado poco tiempo desde que la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, diera muy poca opción a esa vía o el diputado en el Congreso, Francesc Homs, lo desvirtuara diciendo: “Las cosas se hacen bien”. En Convergència reclamaban una consulta con resultados legitimables en el ámbito internacional y nada asimilable a la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014, en la que los partidarios del no apenas fueron 100.000. Y, según esas mismas opiniones, si los contrarios a la independencia boicotean el referéndum, este no tendrá validez alguna desde el prisma internacional. El propio presidente del Partit Demòcrata, Artur Mas, priorizó en mayo celebrar unas nuevas elecciones plebiscitarias —autonómicas— a la convocatoria de un referéndum unilateral. 

Pese a que Puigdemont ha defendido que la vía escocesa —una convocatoria pactada— es su preferida, su Gobierno ha dado un giro en las últimas semanas. Primero con el nuevo Partit Demòcrata abriendo la puerta a medidas unilaterales para conseguir la independencia en sus principios fundacionales. Después, incluyendo “un mecanismo unilateral” en las polémicas conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente.

Tras darle cabida ideológica, el próximo paso sería el de fijarlo en la hoja de ruta para utilizarlo, que es lo que podría suceder el próximo mes de septiembre. El pasado martes Munté señalaba que el denominado RUI no figura en la hoja de ruta. Pero señaló que esa no era inmutable y que se podría cambiar. La CUP ya demandó en julio a Puigdemont que convocara una cumbre en el Palau de la Generalitat con todos los partidos favorables al referéndum para fijar fecha para su convocatoria. De momento lo descarta.