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Tribuna
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Nuevas Juntas de Distrito para Madrid

La portavoz socialista defiende una mayor descentralización y reclama una reorganización del sistema administrativo municipal

Madrid está siendo el escenario de un debate con gran repercusión en la calidad de vida de sus vecinos y vecinas: la descentralización, o desconcentración, de competencias desde el Ayuntamiento a las Juntas de Distrito municipales. Madrid es una ciudad de más de 3 millones de habitantes, y un área de influencia de más de 6. Una gran ciudad con muchos barrios del tamaño y la complejidad de muchas de las grandes ciudades de este país.

Estaremos de acuerdo en señalar que, tanto la gestión adecuada de servicios y recursos como la participación de los vecinos y vecinas en los asuntos y las decisiones de su barrio, requieren que sean las administraciones cercanas al ciudadano quienes se conviertan en las responsables directas de la acción administrativa y política.

Así lo entendió el gobierno socialista de Enrique Tierno Galván en el Ayuntamiento de Madrid, sin embargo, durante años los sucesivos gobiernos del PP pusieron su impronta en la organización municipal, y hoy el Ayuntamiento posee una estructura mucho más concentrada que en 1989, último año del gobierno de Tierno. La derecha desmontó el legado del Viejo profesor, sustituyendo un modelo que empezaba a dar protagonismo a las Juntas de Distrito y a los ciudadanos, por otro que configuró un Ayuntamiento centralizado y centralista, ajeno a las necesidades de los vecinos y con alergia a la participación ciudadana.

Una muestra de este proceso de recentralización lo encontramos en la evolución del presupuesto municipal: mientras que en 1989, último del gobierno socialista, las Juntas Municipales gestionaron el 15,43% del mismo, en el 2015, gestionaron el 11,69% y en el 2016 apenas llegaron al12%.

La consecuencia son unas Juntas Municipales de Distrito que básicamente son ejecutoras de las políticas y programas dispuestos por las diferentes Áreas del Gobierno.

Por lo tanto, es la hora de plantearse abordar una reforma en profundidad del sistema organizativo municipal que nos conduzca al objetivo de hacer de cada Junta Municipal un verdadero Ayuntamiento del Distrito, para lo que es imprescindible ampliar su capacidad política, sus competencias, sus recursos humanos y su financiación.

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Las competencias a transferir a las Juntas de Distrito son muchas, pero sería razonable, al menos, que empezáramos por cuestiones como la obligatoriedad de informar respecto a los instrumentos de ordenación urbanística, la gestión de las licencias urbanísticas y de actividades, los servicios sociales, las políticas dirigidas a las personas mayores, las políticas de igualdad, el mantenimiento y conservación de las vías públicas, la limpieza viaria y de parques y jardines…

Igualmente sería importante que las Juntas de Distrito fueran responsables de la contratación de todos aquellos asuntos relevantes para el funcionamiento y gestión de los centros municipales culturales, sociales, deportivos y juveniles existentes en su ámbito, y que pudieran terminar el presente mandato gestionando el 25% del gasto total del Ayuntamiento, lo que significaría más que duplicar su capacidad actual.

Este proceso de descentralización es más importante si cabe en el contexto de la propuesta del Grupo Socialista aprobada en el pleno del Ayuntamiento de Madrid hace sólo unos meses para elaborar una Ley Autonómica de Capitalidad de Madrid, que ampliaría las competencias de Madrid en diferentes materias, entre ellas las de servicios sociales o las políticas activas de empleo. Unas competencias que deberían ser transferidas desde la Comunidad para ser desempeñadas finalmente por el Ayuntamiento de Madrid y por sus Juntas de Distrito.

En definitiva, el objetivo es conseguir más competencias para Madrid y su Ayuntamiento, y más competencias y capacidad de gestión para sus distritos.

Y todo ello para ofrecer mejores servicios a la ciudadanía desde la cercanía, para ganar en eficacia y en eficiencia, pero también para fomentar la participación ciudadana en la vida municipal y que los ciudadanos y las ciudadanas formen parte de aquellas decisiones que afectan a su barrio y su a vida. Y sobre todo para reforzar la cohesión social y la igualdad entre los diferentes barrios de Madrid. Este proyecto además debe provocar el impulso de nuevas centralidades, beneficiándose la actividad económica, cultural e incluso turística de cada uno de los distritos de nuestra ciudad.

Una propuesta tan ambiciosa solo es posible con el compromiso de todos los grupos políticos que componemos el pleno municipal, pero también con la participación de las organizaciones, agentes sociales, económicos y culturales que conviven en Madrid. Empecemos a trabajar para hacerla posible.

Purificación Causapié es portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid

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