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Tribuna
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Hola para siempre a Sol

El autor se muestra favorable a que la Comunidad haya retirado el 'apellido' Vodafone a la céntrica estación de metro

Parece que esta vez va en serio: Sol va a volver a ser Sol como se decía en un pie de foto de hace unos días en este mismo periódico. La imagen de unos operarios que retiraban el nombre de Vodafone de los andenes de la estación no dejaba lugar a dudas de que se ponía fin a la escandalosa invasión de la estación de Metro más emblemática de Madrid por una marca comercial.

Muchos somos los que nos alegramos de que esto haya acabado así: las leyes del mercado no valen igual en todos los ámbitos. Ya está sí, ya está y hasta he recibido algunas felicitaciones de amigos que piensan ingenuamente que mis protestas y las de otros puedan haber influido en el asunto.

Quizás algo sí. Tampoco hay que ser tan desconfiados. Igual que existe el mercado de las marcas está también el mercado de la opinión pública. Todo acaba influyendo de una manera u otra. Pero me temo que tiene que haber habido otras razones, digamos que de más peso, para que la Comunidad haya tomado esa decisión. Lo primero que se le ocurre uno ya muy baqueteado en estas lides es que nadie ha puesto sobre la mesa el dinero suficiente para “quedarse con Sol”.

No se trata tan solo de una intuición desconfiada y descreída. Recordemos que el consejero de Transportes al anunciar la posible salida de Vodafone declaró que “no creía que el mercado pudiera satisfacer las aspiraciones económicas de Metro para compartir su nombre con el de otra marca”. Así de claro fue y así cayeron por tierra las ilusiones que nos habíamos hecho algunos optimistas impenitentes de que el cambio se debía a una cuestión de principios. Si llegaba una “oferta multimillonaria” a los “principios” se los llevaba el viento.

Pesa mucho “la pasta” en nuestros días. Como decía la canción todo se compra y se vende: hasta los sentimientos.

Pero no siempre es así, hay que pensar que no siempre es así. En ocasiones el efecto de la opinión pública puede llegar a tener efectos positivos, a reequilibrar la balanza. Y el propio “mercado del marketing” te ofrece a veces oportunidades que ni siquiera sospechabas. Tenemos en el horizonte el centenario de la creación de Metro de Madrid: será en el año 2016 y se lleva preparando cuidadosamente desde hace ya tiempo.

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Creo que esa celebración ha sido decisiva para que Sol vuelva a ser Sol. Cuando hablé con el Consejero tuve esa impresión; la primera línea del metro madrileño fue la de Sol a Cuatro Caminos y en ese trayecto se centrarán muchas de las actividades programadas. Sol-Cuatro Caminos no Vodafone-Cuatro Caminos. Eso sonaría a rayos en la algarabía de las celebraciones. Las elecciones y los centenarios pueden influir más de lo que creemos. No todo lo puede el dinero. No todo lo gana el dinero. Cada cosa en su sitio. Próxima parada: Sol.

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