Valencia reivindica su papel en la Ruta de la Seda

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Valencia reivindica su papel en la Ruta de la Seda, la milenaria red de caminos comerciales que unió una cadena de ciudades desde el Lejano Oriente hasta el Mediterráneo. La apertura en el rehabilitado Colegio del Arte Mayor de la Seda de un museo dedicado a la producción del tejido en la ciudad se suma a la inclusión de Valencia como integrante de la ruta por parte de la Unesco. Un reconocimiento cultural que puede tener traducción económica como ventana a nuevos mercados turísticos.

La organización para la cultura, la educación y la ciencia de Naciones Unidas celebró hace unos días en Valencia su segundo encuentro internacional sobre la ruta, después del que tuvo lugar el año pasado en Xian, la ciudad china considerada extremo oriental de la red de vías comerciales que tenía en la seda su producto más valioso.

La seda tuvo una gran importancia en Valencia, como refleja el nombre del barrio donde se instalaron miles de telares, Velluters (de vellut, terciopelo). O el de la Lonja de la Seda. Y fue una gran fuente de riqueza. Algunos de los palacios de la calle Caballeros fueron levantados gracias a las fortunas generadas con este tejido, señala Alejandro Noguera, vicepresidente de UNESCO en Valencia y coordinador del proyecto de la Ruta de la Seda para Valencia.

Uno de los inmuebles mejor conservados de la calle, el Palacio de Malferit, alberga L'Iber, Museo de los Soldaditos de Plomo, donde se ha instalado una sala dedicada a la Ruta de la Seda. La exposición se inicia con la reproducción de una calle de Xian. Muestra otras escenas de China, país que durante siglos guardó el secreto de la fabricación del tejido, cuya materia prima producen unos gusanos, de la India, así como de otros países que formaron parte de la ruta, hasta llegar a Valencia.

Los trajes de fallera, cuyas reproducciones en miniatura también pueden verse en el museo L'Iber, son uno de los ejemplos del arte de la seda en Valencia, que entró en declive por la falta de adaptación a los gustos europeos a partir de finales del siglo XVIII.

Noguera, que es historiador y dirige el Museo de Soldaditos de Plomo, ofrecerá en este espacio el miércoles 22 de junio una conferencia sobre los orígenes de la ruta de la seda. Noguera los sitúa en el siglo I antes de Cristo, a raíz de la conexión del imperio chino con el pueblo guerrero de los partos, tras la cual el emperador Wudi de la dinastía Han mandó abrir una ruta comercial directa hasta Occidente.