Ocio para niños curiosos
La cuarta edición de Malakids trae este fin de semana a Malasaña y Conde Duque un festival gratuito para menores
Da la impresión de que los niños son cada vez más listos. O, al menos, de que el ocio que se les ofrece es cada vez más inteligente. Música, actividades comprometidas, vocación científica, un entretenimiento que da formación y que se aleja de los tópicos más ñoños e infantiloides del género. Una buena prueba es el festival Malakids, creado e impulsado por la web de planes familiares Kideoo y el medio hiperlocal Somos Malasaña. En su cuarta edición, este fin de semana, trae los barrios de Malasaña y Conde Duque un poco de todo esto, que, por supuesto, también entretendrá a los padres más enrollados.
“En este festival muchos padres encontrarán una forma de pasar más tiempo con sus hijos, al tiempo que se reivindica la vida de barrio en Malasaña”, dice el organizador Antonio Sañudo. “La generación de los nuevos padres ha disfrutado de una oferta cultural y ocio que no habían disfrutado las precedentes. Es normal que ahora quieran seguir disfrutándolo con sus hijos”.
En la plaza del Dos de Mayo se podrán ver actuaciones musicales de bandas como Pinkertones o Anaut, los jóvenes Black and Beat o el rock para toda la familia de la Billy Boom Band. “Tratamos de acercar a los chavales a músicas menos histriónicas que a las que suelen estar expuestos, que tengan mensajes un poco más profundos y que también puedan ser disfrutadas por los padres”, dice el organizador.
En el festival se implican diferentes espacios del barrio. Es el caso de la sala Labruc que ofrecerá la obra Las cerdas se quedan, de Rotonda teatro, una versión de Los tres cerditos que reivindica el derecho a la vivienda, la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), donde se celebrará un mercadillos y diferentes talleres de magia u origami, el coworking Espíritu23 con talleres de música o Arrebato Libros, donde habrá un taller de danza Bollywood y la actividad Diccionario emocional, sobre la comunicación no verbal de las emociones.
La cocina tendrá un papel importante, con talleres de pizza, de pasta fresca o de cocina en familia. Y la tecnología, cómo no, también estará presente, en actividades relacionadas con la electrónica creativa y la realidad virtual, el videojuego de construcción Minecraft o la animación stop motion a ver si salen de aquí jóvenes emprendedores con start up. “Pero también hay actividades tradicionales, como manualidades, cuentacuentos o pintacaras, actividades que, además, siempre tienen mucho éxito”, dice Sañudo.
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