Apartado 10 años de la carrera un juez perseguido por el escándalo
Ha sido condenado por favorecer a un amigo que atropello a un peatón. Ya fue sancionado
El juez Fernando Presencia ha sido condenado a 10 años de inhabilitación por favorecer a un amigo, acusado de haber atropellado a un peatón y darse a la fuga. Presencia fue enviado a Talavera de la Reina (Toledo) por el Consejo General del Poder Judicial después de haber sido sancionado por su actuación como juez del orden Mercantil en Valencia hace cuatro años. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha lo condena ahora por prevaricación.
La sentencia considera probado que Presencia archivó la denuncia por omisión del deber de socorro presentada por un peatón que fue atropellado por un coche en Talavera de la Reina. Y reconvirtió en procedimiento de faltas la acusación por un delito de lesiones que pesaba sobre el imputado, que era letrado y con quien mantenía una estrecha relación.
El tribunal concluye que Presencia "era amigo del abogado imputado" sobre la base de múltiples indicios. "Ambos residían en viviendas vecinas, comían y cenaban juntos habitualmente" en un bar situado cerca de los juzgados de Talavera de la Reina. "Y, tras la visita a esta ciudad de la esposa de Presencia con varias amigas, se desplazaron juntos a Valencia, donde durmieron en casa" del juez, señala el fallo, que es recurrible ante el Tribunal Supremo.
El juez tomó las decisiones para "favorecer" a su amigo y "evitarle un posible juicio por hecho delictivo, sabiendo que ni se habían practicado las diligencias de prueba solicitadas, ni había decidido sobre su práctica y con conciencia de que eran imprescindibles para decidir".
La sentencia reprocha que el magistrado no se molestara en tomar declaración a un testigo presencial del accidente, a pesar de que tanto el denunciante como el ministerio fiscal lo reclamaron. Tampoco esperó a contar con el atestado elaborado por la policía local de Talavera antes de resolver el archivo del asunto.
Presencia aceptó la versión del acusado del atropello para negar el delito de omisión del deber de socorro, según la cual "cuando arrancó el automóvil" después del golpe "el cristal estaba empañado a consecuencia de la lluvia" y no se percató de la presencia del peatón lesionado.
Para defenderse, el juez alegó que "pasando de procedimiento por delito a juicio de faltas como decidió, la víctima cobraría más y antes". "La sala no cree esta tesis", indica la sentencia, en la que los magistrados destacan que el abogado de la víctima del atropello fue expulsado cuando se dictó la resolución, que fue emitida de forma oral.
También recalca el fallo que aunque el juez negó mantener una "estrecha amistad" con el autor del atropello, esta quedó probada en el juicio; Presencia negó, por ejemplo, que el abogado hubiera dormido en su casa, pero este "lo admitió" en su declaración como testigo.
El juez fue sancionado en el año 2012 por organizar cursos jurídicos sin haber pedido permiso para hacerlo a los órganos de gobierno de los jueces. El magistrado de Lo Mercantil nombró, además, administradores concursales a alumnos que tenía en estos cursos. El Consejo del Poder Judicial lo envió entonces a un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Talavera donde ha perpetrado el delito de prevaricación.
El juez ha sido inhabilitado durante 10 años para el puesto, con pérdida definitiva del cargo que ha estado ocupando, así como a una multa de 3.600 euros y el veto a obtener durante el tiempo de la condena funciones jurisdiccionales "dentro del Poder Judicial o fuera del mismo".
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