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Madrid celebra San Isidro entre la tradición castiza y el recuerdo del 15-M

La alcaldesa premia con las Medallas de Oro de la ciudad al diplomático Ángel Sanz Briz, el psiquiatra Diego Figuera Álvarez, las Madres contra la Droga y los Voluntarios por Madrid

Carmena prueba el cocido junto a tres concejales en la pradera de San Isidro.
Carmena prueba el cocido junto a tres concejales en la pradera de San Isidro. JAUME VILLANUEVA

Este 15 de mayo no era sólo San Isidro, aunque comenzó como tal: la alcaldesa presidió en los jardines de Cecilio Rodríguez la entrega de medallas de la ciudad, un acto mucho más modesto que en años anteriores (se trasladó del Palacio de Cibeles al parque de El Retiro para evitar “fastos” innecesarios) y a un horario desacostumbrado. Se adelantó a las nueve y media de la mañana, y a las diez ya se habían marchado las portavoces municipales del Partido Popular, Esperanza Aguirre, y de Ciudadanos, Begoña Villacís, para asistir al izado de la bandera española en la plaza de Colón. La alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid), recibió críticas por no participar en ese acto, pese a que fue su primera teniente, Marta Higueras, y a que la supuesta tradición se remonta a 2002 (fue instituida por el expresidente del Gobierno José María Aznar, del PP).

José María Álvarez del Manzano, Ana Botella, Manuela Carmena y Alberto Ruiz-Gallardón, en la recepción de San Isidro.
José María Álvarez del Manzano, Ana Botella, Manuela Carmena y Alberto Ruiz-Gallardón, en la recepción de San Isidro.ÁLVARO GARCÍA

“Trabajar pensando que se puede modificar el mundo para hacerlo mejor vale muchísimo la pena”, señaló la alcaldesa en su discurso de entrega de las Medallas de la Oro de Madrid, que este año homenajearon al diplomático Ángel Sanz Briz, al psiquiatra Diego Figuera Álvarez, a Madres contra la Droga y a los Voluntarios por Madrid. Asistieron los ex alcaldes Ana Botella, Alberto Ruiz-Gallardón y José María Álvarez del Manzano (del PP). Botella se quedó sin medalla, rompiéndose otra supuesta tradición: reconocer al predecesor. Aunque, las tradiciones lo son hasta que dejan de serlo: el año pasado, Aguirre prometió eliminar la entrega de medallas del 15 de mayo si llegaba a ser alcaldesa.

A la recepción no asistió ningún representante del Gobierno central (PP), ni siquiera la delegada en Madrid, Concepción Dancausa, que estaba invitada. Sí acudió la presidenta regional, Cristina Cifuentes, que luego se engarzó un clavel en el pelo y se marchó para la pradera. Allí fue la misa (a la que asistieron Carmena y varios concejales, poniendo de manifiesto su “magnífica” relación con el arzobispo, Carlos Osoro, que la oficiaba), y se convirtió en una de las más aclamadas por la concurrencia. No más que la alcaldesa, sin embargo, señala Efe, que recibió algún pitido pero sobre todo peticiones de vecinos (para arreglar la acera o para hacerse una foto, tanto da). Carmena comió cocido y se puso mantón de manila; la concejal de Carabanchel, Esther Gómez, su anfitriona, hasta se vistió de chulapona, no como Aguirre, que este año acudió de paisano.

Fiestas de San Isidro en la pradera.
Fiestas de San Isidro en la pradera.JAIME VILLANUEVA

La portavoz del PP se despachó contra la alianza de Podemos e Izquierda Unida (“el comunismo es la ideología más criminal de toda la historia”), y acusó al movimiento social del 15 de mayo de 2011 de “privatizar el espacio público”, tal vez por haber ocupado pacíficamente la plaza de Sol durante tres semanas que generaron un profundo cambio político y ciudadano en España. Carmena sí apreció la otra celebración paralela de San Isidro, “un movimiento maravilloso” que “hizo resurgir muchos sentimientos e ideas nuevas”.

Villacís se quedó “con lo bueno” del 15-M, el día en que “los ciudadanos se hartaron y dijeron que no tragaban”. Yy la portavoz socialista, Purificación Causapié, expresó su “mayor deseo”, que “todos los madrileños puedan disfrutar en igualdad de la fiesta por tener vivienda y recursos”. Una fiesta tradicional, “campechana” como su santo, al que Carmena aprecia porque “va con alpargatas y tiene las manos rojas de trabajar”. Una fiesta que, desde hace cinco años, se celebra el 15-M.

Ignacio Aguado, Cristina Cifuentes y Begoña Villacís, en la pradera de San Isidro.
Ignacio Aguado, Cristina Cifuentes y Begoña Villacís, en la pradera de San Isidro.JAIME VILLANUEVA

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