“Dejamos el coche y cogimos un taxi para ir al hospital”
El dueño del coche siniestrado en el túnel de Reina Cristina afirma que conducía su novia
El dueño del vehículo siniestrado la madrugada de ayer en el túnel del paseo de Reina Cristina, un vecino de Sabadell (Barcelona) de 28 años, Alejandro G. P., ha declarado esta mañana ante la Policía Municipal de Madrid que era su novia, de unos 30 años, la que conducía el turismo. Al ver que se había producido el accidente de tráfico, decidieron coger un taxi y marcharse hasta su hotel, en Alcalá de Henares, para recoger su documentación y ser atendidos de los golpes y contusiones en el hospital Príncipe de Asturias, en la localidad complutense, según han informado fuentes municipales.
Los hechos ocurrieron a las 6.20 del domingo cuando el vehículo chocó por causas no esclarecidas contra la valla protectora del túnel y cayó unos cuatro metros. El turismo quedó volcado bocabajo. Cuando acudieron los servicios de emergencia, los ocupantes no estaban en su interior, lo que causó una gran sorpresa entre los bomberos y los sanitarios del Samur.
"Se quedaron sentados en el bordillo"
Un testigo relató a los policías municipales que acudieron al lugar del accidente que, cuando el turismo quedó volcado bocabajo, vio salir a una pareja "con rasgos sudamericanos" del interior. Ambos se sentaron en el bordillo del túnel, mientras el testigo llamaba a los servicios de emergencia.
Unos jóvenes que pasaban junto a los accidentados les dijeron, según este testigo, que se marcharan del lugar cuanto antes ya que iba a ir la policía. Cuando el testigo se dio la vuelta de nuevo para ver cómo se encontraban, la pareja ya se había marchado del lugar. Ya se habían montado en el taxi que los llevó a Alcalá de Henares.
El propietario ha destacado que estaba con su novia en una discoteca y que salió del local pasadas las seis de la madrugada. Él se sentó en el lado del copiloto, mientras que su compañera conducía. Su intención era regresar al hotel Ibis, del barrio de la Garena, en Alcalá de Henares. Cuando pasaron por la plaza de Mariano de Cavia, la mujer perdió el control del Renault Clío rojo y se precipitó al vacío. Lo siguiente que recuerda es que su novia estaba muy nerviosa y que él sufría un fuerte dolor en el pecho y una crisis de ansiedad. "Entonces decidimos dejar el coche y coger un taxi para ir a un hospital y que nos atendieran por lo sucedido", ha reconocido ante la policía.
Cuando llegaron los servicios de emergencia, ya no había nadie en el coche. Algunos testigos relataron a los agentes que habían visto salir del Renault Clío a una mujer y a su acompañante, pero no supieron dar más explicaciones. Sobre todo, no pudieron precisar cuál de los dos iba al volante. Justo en ese momento, pasaba por la zona un taxi, al que ambos pararon y se montaron. Les llevó directamente a su hotel y desde allí, al servicio de urgencias del hospital Príncipe de Asturias para que les atendieran del golpe en el pecho y de las crisis de ansiedad.
Los agentes de la Unidad de Atestados de Tráfico (UAT) iniciaron las pesquisas y comprobaron que el Renault no constaba como sustraído. Su propietario estaba domiciliado en Barcelona. Se le puede investigar (antigua imputación) por un posible delito contra la seguridad vial. En concreto, del 385 del Código Penal. Este recoge que serán castigados con pena de prisión de seis meses a dos años o a la de multa de 12 a 24 meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 10 a 40 días a los que "originare un grave riesgo para la circulación". Eso se puede conseguir, como en el presente caso, "colocando en la vía obstáculos imprevisibles, derramando sustancias deslizantes, inflamable o mutando, sustrayendo o anulando la señalización o por cualquier otro medio" o "no restableciendo la seguridad de la vía, cuando haya obligación de hacerlo".
La Policía Municipal está pendiente de interrogar a la novia y supuesta conductora del vehículo, Luz Heydi V. P., que, según el testimonio de su pareja, se encuentra de viaje en Valencia.
Fuentes policiales han confirmado que el propietario del vehículo se ha presentado de manera voluntaria en las dependencia de la UAT, tras haber contactado los agentes telefónicamente con él y tras haber escuchado "en los medios de comunicación" que su coche se había visto envuelto en un accidente. Al no ir acompañado de abogado, se ha cortado su declaración para no incurrir en la nulidad de las actuaciones. Precisamente, Alejandro G, P. había cumplido los 28 años el pasado sábado, según fuentes de la investigación.
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