Euskadi sancionará con hasta 600.000 euros las falsas llamadas de emergencia
El Parlamento aprueba la ley de Emergencias que también multará con hasta 30.000 euros las llamadas abusivas, insultantes o jocosas
El Parlamento vasco ha aprobado este jueves la nueva ley de Gestión de Emergencias que castigará con hasta 600.000 euros los falsos avisos al teléfono 112 de atención de urgencias por tratarse de una falta grave, y contempla también multas de hasta 30.000 euros por realizar llamadas abusivas, insultantes o jocosas al citado número. Todos los grupos de la Cámara han apoyado el grueso de la nueva ley, salvo EH Bildu, que se ha abstenido.
La Cámara autonómica ha sancionado en el pleno de hoy la reforma de la ley de Emergencias, vigente desde 1996, que incluye como novedad un régimen sancionador para las infracciones en materia de atención de emergencias y protección civil, y castigará los falsos avisos que supongan movilizar a los recursos de protección civil.
La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ha afirmado que tras casi 20 años de puesta en vigor de la norma era "necesario actualizar" algunos aspectos de la misma para "mejorar la gestión de las emergencias". La reforma consolida los mecanismos de previsión y prevención ante emergencias, recoge las obligaciones de autoprotección de las empresas y actualiza las funciones de los Centros de Coordinación de Emergencias de Euskadi.
Entre los cambios, la ley incorpora un régimen sancionador que establece multas desde los 30.001 hasta los 600.000 euros en el caso de las infracciones "muy graves", como los "falsos avisos" al 112. Estas llamadas falsas suponen en la actualidad solamente el 1% del total que se reciben en el teléfono de atención de emergencias. También incluye multas de los 1.501 hasta los 30.000 euros en el caso de las faltas "graves", y de 150 a 1.500 euros para las infracciones "leves".
Durante el debate, los parlamentarios del PNV, PSE y PP han reconocido la mejora de la norma vigente con este texto, mientras que desde EH Bildu, Rebeka Ubera ha trasladado el sabor "agridulce" de una reforma que podría haber sido mejorada.
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