El fotógrafo Samuel Aranda muestra el día a día de un Egipto desencantado

El reportero gráfico Samuel Aranda, ganador del premio World Press Photo en 2012, presenta en San Sebastián su visión del día a día de Egipto, un país sumido en el desencanto, la represión y la falta de libertad instaurada por la dictadura militar. Aranda ha presentado hoy su exposición, En las orillas del Nilo en una rueda de prensa en las que han intervenido también la concejala de Cultura, Miren Azkarate, y la directora del Museo de San Telmo, que acoge la muestra, Susana Soto.

El fotoperiodista catalán inició su proyecto en 2011 con la intención de mostrar un Egipto luminoso, proyectar una imagen positiva de un país que se había levantado contra la tiranía, para lo que eligió el Nilo y los poetas egipcios como hilo conductor. Pero sus buenas intenciones se han visto frustradas cinco años después, cuando todos esos poetas que le sirvieron de inspiración están en la cárcel y en el país se contabilizan este año 3.000 desaparecidos. Aranda ha reunido 43 fotografías, la mayoría de ellas en blanco y negro, aunque su idea partió del color, de la alegría de una gran boda, la primera que se celebró tras la caída de Hosni Mubarak, punto de arranque de la exposición.

La mayoría de las fotografías exhiben retazos de la vida cotidiana de la nueva Egipto: mercados, transportes públicos, expresiones culturales, locales públicos y otros espacios habitados por sus ciudadanos. Aranda pretendía huir de las fotografías que mostraron la violencia, que son las que interesaban a los medios de comunicación, para aproximarse a una sociedad y a una cultura que no se relata habitualmente en el mundo occidental.

Las fotografías se han tomado entre 2011, cuando estalló la primavera árabe, y el pasado mes de febrero, cuando Aranda hizo su última visita a este lugar y encontró un país "represaliado, con mucho miedo a la policía y al gobierno". "Cada vez que voy conozco menos el país", confiesa Aranda, quien define Egipto como "un caos a veces ordenado, a veces desordenado, que no es en color, ni en blanco y negro".

Se muestra muy crítico con la posición de la comunidad internacional ante la situación actual de Egipto, por la permisividad con la que está afrontando la dictadura implantada por el Ejército tras el golpe militar contra los Hermanos Musulmanes en 2013.

Por este motivo, aunque su intención inicial era no incluir ninguna imagen de la revolución contra Mubarak en 2011, finalmente ha incorporado varias fotografías de su trabajo en aquel momento, aunque las ha "escondido" detrás de un muro, para que solo las vean quienes realmente tengan interés por completar con esa faceta su visión de Egipto.

En realidad no son fotos, sino grandes recortes de algunas de las imágenes de la revolución que publicó en los medios para los que trabaja, sobre todo el New York Times, que ilustran lo vivido en 2011 y que el espectador está obligado a contemplar a corta distancia con el objetivo, confesado por Aranda, de que le resulten "agobiantes".

El fotógrafo catalán, galardonado también con el Premio Nacional de Fotografía en 2006, lleva más de 15 años cubriendo la actualidad en países como Pakistán, Líbano, Egipto, Yemen, Colombia, China, Palestina y Sierra Leona, entre otros, para medios de comunicación internacionales como el New York Times, Le Monde y EL PAÍS.

La muestra permanecerá abierta en el Laboratorio de San Telmo hasta

el próximo 5 de junio.