Diez años de Cassette

Todos los domingos sucede la misma escena. Un grupo de jóvenes, y no tan jóvenes, se arremolina alrededor de medianoche en la plaza del Carmen, entre Gran Vía y la Puerta del Sol. Todos esperan lo mismo: una sesión de techno, en un ambiente distendido, donde disfrutar de la última noche de la semana.

Ya son 10 años, se dice pronto, de éxito. Cassette —el club que este domingo celebra un cumpleaños tan especial— llena casi desde su apertura. “Fue a partir del año y medio”, explica Sabino González, su máximo responsable y dj residente. El nombre lo tomaría de las cintas de cassette que grababa a su amigo y socio, Jimmy, para que las escuchara en su coche.

El 9 de abril de 2006, Sabino con 24 años, comenzaba a programar en la sala Boite, su sede principal hasta hoy. Todos los domingos, sin interrupción, se han sucedido productores y pinchadiscos locales, nacionales e internacionales; respetando un tipo de techno muy concreto: profundo, oscuro, nítido y no especialmente acelerado. Por Cassette han pasado grandes nombres de la escena como Psyk, Jonas Kopp o Function. “Hemos tenido a grandes figuras de fuera. Los hemos traído antes que nadie. Debíamos adelantarnos antes de que triunfarán. Un local de estas dimensiones no puede permitirse grandes caches”, confiesa Sabino, justificando así una de sus características más especiales: un aforo de reducidas dimensiones.

Han conseguido un gran número de fieles, que acuden al local por un determinado sonido y ambiente. Así han llegado hasta hoy, siendo el principal reclamo de los domingos, de forma silenciosa pero rotunda. Por eso, en una fecha tan señalada como la de este fin de semana, los cabezas de cartel son el propio Sabino y Jesús Riaño, sus dos residentes. Porque siempre ha sido así. Lo mejor, lo de casa.