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Alicante se vuelca en la romería de la Santa Faz

Devotos de la tradición, familias, amigos y adolescentes con ganas de fiesta abarrotan el recorrido, el caserío y la Playa de San Juan

Cientos de personas en la Santa Faz.
Cientos de personas en la Santa Faz. PEPE OLIVARES

“¡Faz divina!, ¡misericordia!” Más de 500 años, 527 exactamente, de veneración a la Santa Faz, la imagen del rostro de Cristo impresa en un lienzo, suponen la celebración más antigua entre las que comparten los alicantinos. Y la única que cuenta con una participación casi unánime de los ciudadanos, por encima de las bulliciosas Hogueras de San Juan, hasta el punto de que, sobre un censo de unas 320.000 personas, la tradicional romería, la “Peregrina”, congregó este jueves en el total de la jornada a más de 250.000, según cálculos oficiales.

¿Cómo es posible semejante participación en un evento de origen religioso en una sociedad que cada vez se aleja más de los ritos católicos? Muy sencillo, esta celebración sin fecha fija -tiene lugar el segundo jueves de Pascua- ha desarrollado distintos modos de vivir la fiesta, que apenas comparten la circunstancia de partir a primera hora de la mañana desde el centro de Alicante hacia el norte por la carretera de Valencia.

El primero de ellos, el origen de todo, es la procesión religiosa, que discurre por los 8,7 kilómetros que separan la Concatedral de San Nicolás de la ermita de la Santa Faz. Conmemora el llamado ¨Milagro de la lágrima¨, que según el obispado de Alicante se produjo el 17 de marzo 1489 sobre una reliquia, un lienzo “de procedencia y origen desconocido”. Tras una reproducción de la imagen miles de devotos marchan en una comitiva presidida por el Obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante. Ya en la ermita, la tradición invita a elevar una petición a la imagen: “Trabajo”, “salud y trabajo”, son las peticiones que confiesan los romeros; “que suba el Hércules”, dice alguno, y es que, entre la marea de blusones tradicionales, la camiseta del equipo blanquiazul destaca a cada rato.

Pero hay una romería puramente familiar, aquella en la que padres y madres introducen a sus hijos, a veces desde el embarazo, como antes hicieron con ellos sus padres, y con estos, sus abuelos. Con devoción o sin ella, centenares de familias alicantinas realizan el recorrido para culminarlo en un almuerzo en cualquiera de los descampados que pese a la presión urbanística subsisten en el entorno de la vieja huerta alicantina. Mistela, rosquillas y, este año, una impresionante coca del peregrino, 21 metros y 40 kilos de esta delicia salada que la Asociación Provincial de Panaderos y Pasteleros de la Provincia de Alicante ha puesto a disposición de los romeros a iniciativa de una emisora local.

Y no falta, se diría que va a más, la más discutida y conflictiva de las marchas, la que congrega a miles de jóvenes y adolescentes que, según cifras facilitadas por el Ayuntamiento, este jueves han alcanzado en número de 40.000 la arena de la Playa de San Juan para tomar parte del botellón más multitudinario del año. Cargados de bolsas repletas de bebida, muchos de ellos empujando carros de hipermercado, los jóvenes alicantinos que participan en la caminata representan un desafío incluso para la propia iglesia, que este año ha desplazado a la playa “un punto joven de encuentro con la Santa Faz”, donde “podrán hacer sus peticiones a la Santa Faz, ser escuchados en sus inquietudes, podrán confesarse y rezar, recibir información…”

A mediodía, el medio centenar de agentes de fuerzas de seguridad y protección civil que están atendiendo a los peregrinos no habían registrado incidentes de importancia.

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En campaña sin campaña

A expensas de conocer si se forma gobierno o si se hace necesaria la convocatoria de nuevas elecciones, los representantes políticos han cumplido el rito de participar en la romería de la Santa Faz en modo ‘campaña’. Como ya hizo el año pasado, aunque entonces no ocupaba el cargo de presidente del Consell, Ximo Puig ha partido en compañía del alcalde, su compañero del PSPV Gabriel Echávarri, desde la Concatedral de San Nicolás, aunque no ha llegado a entrar en el templo. Puig traía bajo el brazo la promesa de atender la petición para que se declare Bien de Interés Cultural (BIC) todo el entorno del monasterio de la Santa Faz para aumentar la protección de un conjunto arquitectónico del que sólo está reconocida como tal la torre, y como fortificación de la huerta de Alicante. También Isabel Bonig, líder del PP en la Comunidad Valenciana, ha participado en compañía del presidente de la Diputación, César Sánchez, y otros líderes populares como la senadora Asunción Sánchez Zaplana o el portavoz municipal Luis Barcala. Bonig ha acusado al actual Consell de “descafeinar nuestras tradiciones” y “cercenar la libertad religiosa”. Echávarri, muy irritado, cree que Bonig “ha insultado a los alicantinos”. “Que se quede en Castellón, que bastante tiene ella con la colla de delincuentes que tiene en Valencia”, ha declarado a la SER el alcalde de Alicante. Guanyar Alacant ha optado por no participar en el evento y Compromís ha tomado parte en la romería cívica, pero ha renunciado a entrar en el monasterio.

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