Madrid agradece, una propuesta concreta

Escribió un clásico (Quevedo) que el agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien. Saliendo de la capilla ardiente de Manolo Tena, se apoderó de mí una sensación de tristeza no sólo por la marcha de alguien que tantas veces acompañó a tantos con sus canciones, sino tristeza porque se nos escapan muchos grandes sin haberles dado las gracias por lo que han hecho antes de que fallezcan. Creo que debemos dar las gracias más a menudo. Madrid ciudad, como símbolo unitario de millones de personas, ha de aplaudir más a aquellos que, con su talento, hacen de nuestras vidas algo más bonito.

Tuve el privilegio de acudir a la sede de la SGAE con mi admirado Juan Barranco. Allí nos encontramos con multitud de artistas y gente del mundo de la cultura. Pude ver cómo todos le estrechaban con cordialidad la mano y le abrazaban con complicidad. En esta ciudad, hubo un tiempo en el que la política y la cultura fueron primavera. Madrid fue arte y el arte habitó Madrid. La política no oscureció el arte. El arte se iluminaba gracias a la política.

Al regresar a Mayor 71 empecé a pensar en cómo el Ayuntamiento podría agradecer desde la vitalidad y no el luto la labor infatigable, innovadora, sobrecogedora de los artistas vinculados a nuestra ciudad. Y “Madrid agradece” empezó a tomar forma en un papel en blanco. ¿Por qué no crear unos premios anuales, como antesala de cada Navidad, para reconocer públicamente el trabajo de esas personas extraordinarias que convierten nuestros días en mejores días? “Madrid agradece” como una fiesta de consenso político. Que la política se arrodille ante el arte, que se pueda estrechar la mano de quien recibe el premio y decirle “¡gracias por todo!”. No estaría mal que quien sea premiado escriba, pinte, componga, esculpa unas palabras sobre Madrid. Unas palabras mágicas sobre esta ciudad que se guardarían como legado para los próximos madrileños. Madrid encontrará mejores definiciones sobre sí misma desde la visión apasionada de quien, viviendo en ella, ha desbordado la normalidad con su creatividad.

Unos premios fuera de la esfera económica. Unos premios sinceros y vitales. Reconocimiento institucional de un Ayuntamiento que demuestre tener cogido el pulso al rugido artístico de la capital de España. Unos premios que no sean una lotería económica para quien los reciba sino un tesoro de afecto popular. “Madrid agradece” porque Manolo Tena se fue antes de tiempo, pero Chus Lampreave llegó a los 85 años. Lo bueno del arte es que trasciende a la muerte. Lo malo de la muerte es que nos arrebata al artista, y a la muerte no se le puede hacer trampas. Que la tierra les sea leve, a él y a Chus Lampreave. Gracias por todo.

Mar Espinar es portavoz de Cultura del Grupo Municipal Socialista de Madrid